El “Año de la Fe ”, dice el Papa, es un momento especial para
releer el Catecismo de la Iglesia.
Entre los números 2174 al 2195 encontramos los
contenidos relacionados con el “DIA DEL SEÑOR” como parte del 3º mandamiento:
“Santificar las Fiestas”. Recomiendo leer todos estos números, pero es
interesante destacar en particular lo que dice el nº 2180: “el domingo y las demás fiestas de precepto*
los fieles tienen la obligación de participar de la Eucaristía ”, y el nº
2181, cuando termina diciendo: “los que deliberadamente faltan a esta
obligación cometen pecado grave”.
Ya sea por ignorancia o porque no interesa
absolutamente esto que nos dice la
Iglesia , lo pasamos por alto. Hoy a nadie le gusta que le
digan lo que hay que hacer; es parte de la sociedad comportarse transgrediendo
las leyes y esto repercute también en la Iglesia , la familia de Jesús; se vive más bien
desde uno mismo y anárquicamente. Sin embargo, la ley por la ley, sin
comprensión, no sirve para nada. Por el contrario, cuando hay conocimiento de
lo que quiere significar ya no hace falta la ley pues actúo por convicción y
por amor. De todos modos, tampoco se resuelve el llamado “pecado grave” con la
“confesión” sino con una toma de conciencia de la importancia de la participación
a la Eucaristía
de la Comunidad
y buscando no caer en la tentación de la comodidad. Además, se tendría que
tener presente el significado de “hacer la comunión” esporádicamente y sin
tener en cuenta el pasado en cuanto a la participación.
La celebración Eucarística es el encuentro
sacramental con Jesús que tiene como objetivos “cambiar la historia”
(haciéndonos crecer, purificándonos, etc.) y conducirnos a la comunión con Dios
trinitario y a la comunión entre nosotros por medio de relaciones fraternas
nuevas y evangélicas. Es por esto -y no por la desobediencia a una ley- que se
puede hablar de pecado grave al desertar sin motivo de la celebración
Eucarística dominical: al hacerlo, estoy pensando y actuando como si la familia
(la cristiana) no contara para mí; la celebración es egoísta y como producto de
supermercado. Si a este Sacramento le sacamos el contenido nos quedamos con lo
externo (el rito) y ahí sí que deja de
ser presencia del Hijo de Dios.
Termino con esta recomendación: la celebración
dominical es una Fiesta y como tal exige una participación consciente y por qué
no, una presencia (vestimenta) adecuada a esta Fiesta familiar y divina.
* FIESTAS
DE PRECEPTO
1. Todos los domingos
2. 1º de Enero: Solemnidad de Santa María,
Madre de Dios
3. 15 de Agosto: Asunción de la Virgen María
4. 8 de Diciembre: Inmaculada Concepción de
María
5. 25 de Diciembre: Natividad del Señor
No hay comentarios:
Publicar un comentario