jueves, 12 de febrero de 2015

Enero 2015


PARROQUIA SAN JORGE


COMUNIDAD SAN JORGE
Juncal 964  -  Lanús Este  -  Tel. 4225-8033

COMUNIDAD ESPÍRITU SANTO
Guido 351 - Lanús Oeste


ENERO 2015               AÑO 46                         Nº 446



Queridas familias:
Cuántas veces hemos oído la frase “año nuevo, vida nueva”. Pero… ¿en qué sentido es “nueva”?, ¿qué cambia? Para los cristianos: ¡todo! Hemos celebrado la Navidad, estamos en el tiempo navideño, ¿no nos dice nada esto? Porque si no es así, como se dice vulgarmente, “estamos en el horno”.
La Fiesta de Navidad, prolongada en el tiempo navideño, es un signo sacramental, es decir, nos muestra una realidad que vemos sólo con los ojos de la fe y es la siguiente: “Dios ama tanto al mundo que envió a su Hijo único, para que el mundo se salve por medio de Él”. Sabemos que la palabra Salvación es sinónimo de vida nueva, la vida de Dios en nosotros, su proyecto para que lleguemos a la plenitud de vida, para que alcancemos el Cielo.
Si hay una grave dificultad en los cristianos en general es el hecho de que ya no tomamos en consideración cuál es nuestra meta final, el objetivo de la vida. Nos quedamos enroscados en las dificultades y contingencias del momento y no construimos nuestro futuro. ¡Nos falta la Esperanza cristiana que es un don sobre-natural que tendríamos que pedir insistentemente! ¡Cómo cambiaría la vida si tuviésemos en claro esa meta y la deseásemos ardientemente!
Queridos amigos: la Navidad no pasó, no quedó en el recuerdo hasta la próxima sino que se ofrece cada vez que abrimos el corazón a los dones de Dios (Fe, Esperanza, Caridad). Como lo hizo María, que supo acoger la propuesta de Dios y por lo que en ella se comenzó a gestar la presencia de Dios en la persona de Jesús. Por eso, esa frase que encabeza este boletín puede no decir nada, como puede decir todo: depende de lo que le pongamos dentro.
Este año estará marcado por un sin fin de acontecimientos y situaciones que como siempre serán buenas y menos buenas. Tengamos cuidado al pensar que son las circunstancias las que conducen la vida: las circunstancias las provocamos los hombres. Por eso es fundamental el protagonismo, el discernimiento, la madurez. Escucharemos un sinfín de propuestas capciosas y muchas veces mentirosas. Recordemos por ejemplo lo que dijo alguien  una vez: “si hubiese dicho lo que iba a hacer, no me votaba nadie…”
Ser protagonistas es fundamental; usar el metro de los valores evangélicos es otro paso importante como conocer los personajes y su curriculum.
La vida nueva dependerá de cada uno y de nuestras opciones de vida.
 Con la esperanza de algo nuevo les dejo la bendición de Dios.


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