viernes, 13 de febrero de 2015

Febrero 2015




CUARESMA: UNA PROPUESTA DE RENOVACIÓN INTERIOR


Queridas familias:
     El 11 de febrero cumpliremos 46 años como parroquia. Muchos años fueron pasando y con ellos acontecimientos relevantes y personas muy apreciadas que físicamente ya no están con nosotros. Como comunidad, la parroquia se organiza ya en los tiempos de los sacerdotes salesianos; como diócesis, se institucionaliza en tiempos más próximos en Lomas de Zamora y, desde el 2001, en la diócesis de Avellaneda - Lanús.
     Toda esta historia es una “historia sagrada” dentro de la historia de los hombres. De hecho, el objetivo de la Parroquia, o mejor dicho de la Comunidad Parroquial, consiste en hacer presente, en la propia vida y en la vida de los barrios que la componen, a Jesús, el Único Salvador del mundo o, tal como lo hemos celebrado en Navidad y lo celebraremos en Pascua, al Hijo de Dios hecho hombre que murió y resucitó para darnos una Nueva Vida. Este es el propósito central de la Comunidad: poner a Jesús como centro y meta de su ser y ayudar a las personas a ser parte de este proyecto de Dios: “ser Luz y llevar la Luz”.
     Decía bien Jesús: “de cómo ustedes se amen, reconocerán que son mis discípulos”. Esta expresión resume los dos componentes de toda comunidad: la vida interna y la misión de dar a conocer a todos, más que con palabras, con la vida por la que Dios nos ama en Jesucristo.
     Nuestras raíces, las personas que pasaron por la Comunidad, respondieron consciente o inconcientemente ante estos objetivos, sobre todo después del Concilio Vaticano II cuando la Iglesia se propuso un cambio fundamental: no ser una institución que sólo ofrece servicios (los sacramentos, etc.) sino una Iglesia Pueblo de Dios o Familia que camina en el proyecto de Salvación realizado y explicitado por Jesús.
     No obstante, a pesar de que ya pasaron muchos años de este comienzo, todavía muchísimas personas siguen teniendo la idea preconciliar y no tienen el mínimo interés y preocupación de ser parte de este proyecto. Por otra parte, la cultura de hoy (pensamientos, ideas, acciones) se va estableciendo en una clara oposición a la cultura cristiana. Y de todo esto surge el dilema: ¿de qué lado estamos? Pues bien sabemos que no se trata de un “todo vale”, “todo da igual”.
     Aprovechando que ya cumpliremos los primeros 46 años de vida como parroquia, es bueno entonces que reflexionemos sobre estos temas para realizar o renovar nuestra decisión.

     Que la Virgen de Lourdes, el 11 de febrero, nos ayude tomar conciencia de lo importante que somos y que, del mismo modo como ella supo dar el “SI” aún sin comprender mucho, ahora nos impulse a imitarla. Y que Dios, por medio de Jesús nos bendiga a todos.




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