CUARESMA: UNA PROPUESTA DE RENOVACIÓN INTERIOR
Queridas
familias:
El 11 de
febrero cumpliremos 46 años como parroquia. Muchos años fueron pasando y con
ellos acontecimientos relevantes y personas muy apreciadas que físicamente ya
no están con nosotros. Como comunidad, la parroquia se organiza ya en los
tiempos de los sacerdotes salesianos; como diócesis, se institucionaliza en
tiempos más próximos en Lomas de Zamora y, desde el 2001, en la diócesis de
Avellaneda - Lanús.
Toda esta
historia es una “historia sagrada” dentro de la historia de los hombres. De
hecho, el objetivo de la
Parroquia , o mejor dicho de la Comunidad Parroquial ,
consiste en hacer presente, en la propia vida y en la vida de los barrios que
la componen, a Jesús, el Único Salvador del mundo o, tal como lo hemos celebrado
en Navidad y lo celebraremos en Pascua, al Hijo de Dios hecho hombre que murió
y resucitó para darnos una Nueva Vida. Este es el propósito central de la Comunidad : poner a Jesús
como centro y meta de su ser y ayudar a las personas a ser parte de este proyecto
de Dios: “ser Luz y llevar la Luz ”.
Decía bien
Jesús: “de cómo ustedes se amen, reconocerán que son mis discípulos”. Esta
expresión resume los dos componentes de toda comunidad: la vida interna y la
misión de dar a conocer a todos, más que con palabras, con la vida por la que
Dios nos ama en Jesucristo.
Nuestras
raíces, las personas que pasaron por la Comunidad , respondieron consciente o
inconcientemente ante estos objetivos, sobre todo después del Concilio Vaticano
II cuando la Iglesia
se propuso un cambio fundamental: no ser una institución que sólo ofrece
servicios (los sacramentos, etc.) sino una Iglesia Pueblo de Dios o Familia que
camina en el proyecto de Salvación realizado y explicitado por Jesús.
No
obstante, a pesar de que ya pasaron muchos años de este comienzo, todavía
muchísimas personas siguen teniendo la idea preconciliar y no tienen el mínimo
interés y preocupación de ser parte de este proyecto. Por otra parte, la
cultura de hoy (pensamientos, ideas, acciones) se va estableciendo en una clara
oposición a la cultura cristiana. Y de todo esto surge el dilema: ¿de qué lado estamos?
Pues bien sabemos que no se trata de un “todo vale”, “todo da igual”.
Aprovechando
que ya cumpliremos los primeros 46 años de vida como parroquia, es bueno
entonces que reflexionemos sobre estos temas para realizar o renovar nuestra
decisión.
Que la Virgen de Lourdes, el 11 de
febrero, nos ayude tomar conciencia de lo importante que somos y que, del mismo
modo como ella supo dar el “SI” aún sin comprender mucho, ahora nos impulse a
imitarla. Y que Dios, por medio de Jesús nos bendiga a todos.
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