El Papa Francisco, cuando en su Exhortación
habla sobre la “acedia egoísta” en los actores de la evangelización, tiene un
párrafo sobre el tema de los catequistas, nos dice:
Cuando
más necesitamos un dinamismo misionero
que lleve sal y luz al mundo, muchos laicos sienten el temor de que alguien les
invite a realizar alguna tarea apostólica, y tratan de escapar de cualquier
compromiso que les pueda quitar su tiempo libre. Hoy se ha vuelto muy difícil,
por ejemplo, conseguir catequistas capacitados para las parroquias y que
perseveren en la tarea durante varios años. (Evangelii Gaudium, 81).
Mirando la historia de nuestra Parroquia
y la riqueza de catequistas de otros tiempos, vemos como esto que el Papa
presenta es una realidad. ¿Se podrá revertir? Sin ser dramáticos estamos en
“emergencia catequística” a todo nivel. El cristiano, todos nosotros, nos
tendríamos que hacer esta preguntita: ¿Señor,
qué querés de mí? Pues todos tenemos una vocación y misión eclesial.
La vocación del catequista es una de las
más urgentes, esenciales y hermosa para el crecimiento de la Iglesia pues se ayuda a
desarrollar la semilla de la fe, esperanza y caridad conjuntamente con las
familias (y muchas veces sin ellas). Se cultiva aún cuando también crece la
cizaña. Entonces un pedido: Si
alguien descubre que Jesús la llama a esta misión no tenga miedo de acercarse.
Lo importante es la disponibilidad y la fidelidad a Jesús, lo demás viene
después.
PODES PARTICIPAR DE LA PRIMERA REUNIÓN
DEL AÑO:
ES EL SABADO 1º DE MARZO A LAS 9 hs. EN LA SEDE PARROQUIAL.
o comunicarse con el P. Darío o Alejandra Betatti
(4241- 4090 y
el celular 1551514281)
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