jueves, 13 de febrero de 2014

RINCÓN DE LA CATEQUESIS - REINO DE DIOS E IGLESIA


Una distinción importante que hay que hacer en el Nuevo Testamento es entre el Reino de Dios y la Iglesia
Reino de Dios  es el mensaje original de Jesús. Significa una revolución absoluta donde se redefinen las relaciones de los seres humanos con Dios (hijos e hijas), con los otros (todos hermanos y hermanas), con la sociedad (centralidad de los pobres, como nos lo recuerda Papa Francisco), y con el universo (la gestación de un nuevo cielo y una nueva tierra).
La Iglesia ha sido posible debido a que Jesús fue rechazado y, por eso, no se realizó el Reino. Ella es una construcción histórica, que trata de llevar a cabo la causa de Jesús en las diferentes culturas y épocas. Es semilla del Reino.
Jesús no comenzó anunciándose a sí mismo o a la Iglesia. Comenzó anunciando el Reino de Dios. Este Reino comienza cuando las personas adhieren a este anuncio esperanzador y asumen la ética del Reino que podemos resumir en: el amor incondicional, la misericordia, la fraternidad sin fronteras, la aceptación humilde de Dios vivido como Padre de infinita bondad.
Podemos decir que Jesús nunca fundó una Iglesia. Sí podemos decir que Jesús es el “fundamento” de la Iglesia que se va haciendo histórica en las distintas épocas.
Si el Reino es de Dios es un Reino eterno que comienza ya y no tendrá fin. Un Reino que se comprende desde la fe en Jesucristo, y de su aceptación. No hay otro camino. Todos están invitados a ser parte de él simplemente porque así Dios los dispuso en su infinito Amor. Ser parte del Reino o no depende de nuestra decisión libre, no de nuestros pecados, para esto Dios es “infinita misericordia”.
Ese Reino hoy lo vivimos en la Iglesia, “comunidad creyente”, que como se ha dicho es la construcción histórica que lleva adelante la utopía de Jesús y en la cual se hace presente realmente el Cristo “donde hay dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
Para el cristiano, gracias al bautismo, el Reino se da en la Iglesia histórica que está llamado a perfeccionar y a acrecentar, continuando la misión de Jesús para que todos crean.
 
¿Qué implicancias tiene todo esto en nuestra vida cristiana?
a.    El objetivo es el Reino que se realiza para nosotros por medio de la Iglesia.
b.    Que la Iglesia es Madre y compañera y por eso va “amada”.
c.     Que la Iglesia es histórica y por lo tanto también pecadora, además de santa porque su fundamento es Cristo.
d.    Que la Iglesia tiene a Cristo como defensor y salvador (“las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”).
e.    Que ella es el lugar histórico donde vivo como discípulo y misionero.
f.     Que es escuela donde, compartiendo, aprendo a vivir como cristiano.

 

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