jueves, 13 de febrero de 2014

LA IGLESIA ES LA FAMILIA HISTORICA DE JESUS


 

Queridas familias:

Siempre me llamó la atención, en este cambio de época y de cultura, la poca incidencia que tiene la fe cristiana en la vida de las personas y cómo este fenómeno va “in crescendo”. En este año que pasó, con la elección del Papa Francisco, se habló mucho del regreso de numerosos fieles a la Iglesia… ¿Será cierto esto o se habla así para tapar la realidad opuesta? Además, la Iglesia ¿tiene sentido y vigencia hoy o más  bien admiramos a una persona (el Papa) que parecería no pertenecer a ella?

Quisiera compartir una percepción de una realidad que se dio desde las primeras comunidades cristianas, siguiendo el Evangelio de Mateo 11,16-19 (evangelio para el crecimiento de la Comunidad Cristiana):

Jesús reprocha a sus compatriotas la indiferencia frente a su mensaje: si bien lo admiran por sus milagros, el mensaje -que es “vida nueva” para un mundo envejecido y sin rumbo- es ignorado. El sueño de Jesús, el del Reinado de Dios, no es recibido; por el contrario, nada logra que el ser humano salga de la rutina y la apatía. Por supuesto, a Jesús lo veían “en carne y hueso”, no como nosotros que lo hacemos presente por la fe. Y si ellos de una manera humana lo ignoraban ¡cuánto más lo hacemos nosotros con una fe débil y a veces distorsionada!

El Papa nos escribió una exhortación, la “Evangelii Gaudium” para indicar una “hoja de ruta” para la primavera de la Iglesia (más abajo va un pequeño resumen). Pero la primavera se dará siempre y cuando haya una “nueva savia” dentro de ella y ésta es una fe re-novada. Una fe como ejemplarmente nos presentan los evangelios: la de María, José, los pastores, es decir, aquellos que “creyeron”, con las características que tiene su fe.

El racionalismo y el materialismo ahogan la fe que no logra incidir en la vida concreta. Nadie puede decir que su fe es madura; sí podemos decir “tengo que crecer y pedir que se me aumente (en calidad) la fe”, como lo hicieron los apóstoles. Solo entonces se comenzará a dar la primavera…. y se pasará de la admiración del Papa Francisco a buscar caminar según su hoja de ruta.

Que Dios nos bendiga y nos de su savia permanentemente para que nosotros, ramas del árbol Iglesia, podamos cobijar a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario