Se cumple este año un nuevo
aniversario de Nuestra Parroquia como célula de la Iglesia diocesana. Hasta
el año 1969 era simplemente “el Oratorio San Jorge” de los sacerdotes
Salesianos, dependiendo jurídicamente, a nivel eclesiástico, de la Parroquia Sagrado
Corazón de Jesús. Los Salesianos, siendo el último de ellos el P. Balbi, ceden
el Oratorio a la Diócesis
de Lomas de Zamora, y Monseñor Alejandro Schell decide, primero convertirlo en
una Vicaria a cargo del P. Juan Carlos Tondato (que era vicario cooperador en
Santo Cristo) y, luego, pasar ésta a la categoría de Parroquia, completamente
autónoma. Así fueron pasando los años en esta tarea de consolidación
comunitaria con un espíritu y con las obras que están a la vista.
Todo este tiempo se vivió,
como todo crecimiento, entre tiempos de auge y tensiones (nada extraño allí
donde conviven seres humanos). Lo que nunca se perdió fue el horizonte: que la Comunidad fuese la Familia de Jesús, sus
discípulos, “para que estuviesen con Él y ser enviados por Él a evangelizar”.
En aquella época la
mentalidad cristiana era distinta porque así habíamos sido educados y la misma
sociedad respiraba aires cristianos. Pero todo fue cambiando y hoy ser
cristiano exige “elección”, más
responsabilidad y compromiso con la fe recibida. El medioambiente no ayuda
mucho y nuestra fe no tiene esa fuerza para que luchemos con éxito frente a la
mundanidad (como la llamaba S. Pablo).
No perdamos el entusiasmo,
ni la convicción de la importancia que tiene la Parroquia como
comunidad/familia de Jesús. Y no solo para cada uno sino para los demás, los
que creen poco, los que creen mal y por los que no creen. La Comunidad es la
presencia de Jesús que se “encarna” en el medio ambiente en el que vivimos.
RECORDEMOS: ¡EL
TESTIMONIO PERSONAL LLEVA LA
FIRMA DEL QUE LO REALIZA. EL TESTIMONIO DE UNA COMUNIDAD,
LLEVA LA FIRMA DE
CRISTO.
Damos
Gracias a Dios en la
Celebración Eucarística de este día a las 20 hs.
¡No
faltes!
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