viernes, 4 de noviembre de 2011

“DIOS NOS LLAMA A SER SANTOS, A COMPARTIR CON EL Y LOS DEMAS”


Queridas familias:
  La fe cristiana tiene como centro vital el hecho de la resurrección de la humanidad (cuerpo) de Cristo Jesús. El, en su divinidad es eterno, pero en su humanidad fue concebido en el tiempo, nació, vivió 33 años y murió en la cruz. El ciclo terminó resucitando. Esto es el gran milagro; la obra de “salvación” de Dios para nosotros los hombres.
Por eso si en este mes hacemos conmemoración de todos los difuntos, lo hacemos para tomar conciencia de nuestra finitud humana mirando a los que nos precedieron y también para tomar conciencia de que Dios nos llama, nos invita, nos propone la resurrección. Por eso el 1º del mes recordamos a todos los santos, pues esa es nuestra meta pasando por el acontecimiento humano de la muerte.

AGRADECIMIENTO



  Deseo expresar por este medio el agradecimiento por haberme acompañado en el momento del fallecimiento de mi mamá Luisa. Sobre todo por las oraciones.
  Si bien la muerte es un acontecimiento social, que nos toca a todos, es más que nada un acontecimiento que toca los afectos y hace vibrar la vida interior de las personas involucradas. El dolor es expresión de ese afecto. Pero consuela y da seguridad la fe y la esperanza en la resurrección de la carne, como lo vivió y lo enseño el mismo Jesús. Quien vive unido a Cristo también vive su Pascua y entra en la plenitud de la vida.
  Muchas gracias a todos, de corazón.

                                                          P. Darío

27 DE NOVIEMBRE: COMIENZA LA ESPERA DE LA NAVIDAD


  Tenesmos 4 semanas para prepararnos a la Navidad. La preparación es necesaria ya que de esa manera podemos ser más conscientes del Amor que Dios nos tiene al entregarnos nuevamente a Jesús. Un Jesús que es “persona”, no física en este momento histórico. De hecho el cristiano no cree y acepta una idea sino a una persona real: ¡Jesús resucitado!  Pero también Jesús es “Mensaje”, propuesta, proyecto de Dios; nos dice S. Juan en el prologo: “La Palabra se hizo carne”. Es por esto que se insiste sobre el conocimiento del mensaje de Jesús. Decía San Jerónimo, amante de la Escritura y primer traductor de la Biblia: “el desconocimiento de la Escritura es desconocimiento de Cristo”.
  En este nuevo año litúrgico – pastoral, nos acompañará el Evangelista Marcos. Discípulo de Pedro y en un momento también de Pablo. Es el evangelio más corto pero el que usa Mateo y Lucas para escribir sus propios evangelios. Sería el más antiguo. Este Evangelio fue escrito para la primera catequesis. Era y es el evangelio del catecúmeno, su catecismo.
Por eso nosotros, comunidad, nos pondremos en actitud catecumenal, dejando de lado nuestros esquemas religiosos para confrontarnos con este evangelio. Nos iremos enriqueciendo con el proyecto de Jesús y nos esforzaremos en ir realizándolo, pues sabemos que “no es el que dice Señor, Señor, el que entrará en el Reino de Dios, sino el que cumple el proyecto de Dios” (Mt.7)
Este tiempo es también un buen tiempo para evangelizar sobre la Navidad ya que  hay que purificarla de todas las impurezas que la cultura anti-Dios va metiendo en las costumbres de los cristianos. Ayudemos a poner nuevamente a Jesús como centro de la vida y no nos dejemos robar nuestra fe.

EL DIACONADO PERMANENTE


El 16 de noviembre se cumple el 13º aniversario de la ordenación diaconal de José Oggioni. Esto nos da la oportunidad de reflexionar sobre uno de los aspectos fundamentales del funcionamiento de la Iglesia. “La diaconía” tiene su fundamento en el Nuevo Testamento, cuando los apóstoles eligieron a siete hombres “dignos” para el servicio (Hechos 6, 1-7)
¿Qué quiere decir la palabra “diácono”? , quiere decir “servidor”; está al servicio de la Iglesia particular (la diócesis) y de una comunidad específica.

UNCIÓN DE LOS ENFERMOS


LA ENFERMEDAD
  El día 5 de noviembre celebramos la Jornada Nacional del Enfermo. La Iglesia quiere que nos detengamos unos instantes para reflexionar sobre la enfermedad, está limitación de la naturaleza humana. Y mirarla desde la fe o por lo menos tomarla en consideración así como lo hizo Jesús, “quien asumió en todo nuestra naturaleza humana, menos el pecado”.
Jesús tuvo una preocupación para con todos, pero le dedicó tiempo también a los enfermos de todas las condiciones; así por lo menos lo relata el Evangelio. Pero es también hay que constatar para no confundirnos, que Jesús no curó milagrosamente a todos los enfermos de Israel. Los Evangelios nos presentan algunas curaciones, resurrecciones. Y si lo hacen es para afirmarnos que El vino para sanar la interioridad el hombre y para desterrar la causa de todos los males. La enfermedad será nuestra compañera de viaje hasta el último día, pero, así como a El lo ayudaron a llevar la cruz, ahora será El quien nos ayuda a nosotros a llevar la propia, incluida la de la enfermedad (el deterioro del aspecto humano – material de la vida). Solo después de la muerte entraremos en la resurrección (del cuerpo) donde no habrá ya ningún tipo de enfermedad y muerte.

EL AÑO LITURGICO


El domingo 27 de noviembre comienza un nuevo “año litúrgico”. Y esto qué tiene que ver si nosotros nos manejamos con el año civil o solar.
Para los cristianos, además del año civil, es importante guiarnos en nuestra vida por el año litúrgico. ¿Por qué esto? Para que siempre tengamos presente lo que Dios está haciendo por nosotros y que El está siempre renovando la “Alianza Nueva y Eterna”, es decir “La Salvación” con todo lo que ello implica.
Como se dijo anteriormente, la palabra “Liturgia” significa “lo que hace el hombre”. Pero en nuestro caso es más bien “la acción de Dios por medio del hacer del hombre”. Y en el año litúrgico vemos, si lo repasamos, toda su  intervención en nuestro favor.
Repasemos: el centro del Ano Litúrgico es la Pascua con la nueva y eterna alianza realizada por Cristo a través de su muerte y de su resurrección. Ésta se prepara con la Cuaresma y se plenifica con el tiempo Pascual que culmina con Pentecostés.

LA MISA EL “GRAN SIGNO O SACRAMENTO” DE LA IGLESIA


Después de haber visto algunos de los signos de la Misa, es bueno que resumamos algunos conceptos para entender el todo.
Cuando se habla de LITURGIA se está hablando de lo que hacemos, lo que realiza el hombre; esto desde el punto de visto humano (ej. La liturgia maradoniana salida a la luz algunos años atrás, etc.) Pero en la Liturgia cristiana la diferencia está, y de una manera inequívoca, en que si bien la realizamos nosotros, la primacía es de Dios. Es El quién actúa eficazmente por medio de nuestro “hacer”. Siempre en primer lugar está El, toma la iniciativa, actúa. Además es Dios quien tiene la absoluta prioridad en el papel educativo de la liturgia. De manera que «Dios educa a su pueblo por medio de la liturgia, que es manantial inextinguible de catequesis».