viernes, 5 de agosto de 2011

PARA PENSAR “LOS TRES TAMICES”

Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta manera:
- Maestro, quiero contarte, como un amigo tuyo, estuvo hablando de ti con malevolencia....
- Sócrates lo interrumpió diciendo: ¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de los 3 tamices lo que me vas a decir?
-   ¿Los tres tamices?
-   Si - replicó Sócrates - El 1º es la VERDAD. ¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?
-   No... lo escuché comentar a unos vecinos.
-   Pero al menos, ¿lo habrás hecho pasar por el 2º tamiz, que es la BONDAD?
 Lo que me quieres decir, ¿es por lo menos bueno?
-   No... en realidad no, al contrario...
-   ¡Ah! -interrumpió Sócrates- entonces vamos al último tamiz, la NECESIDAD ¿Es necesario que me cuentes eso?
-   Para ser sincero no, necesario no es.
-   Entonces - sonrió el sabio - si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido...

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