La Parroquia (con la
Capilla) tiene necesidad de la economía para sostenerse puesto
que no
tiene subvención del estado sino que se
mantiene con la contribución de los que se sienten identificados con ella de
distintas maneras. La economía parroquial sufre los mismos embates y
dificultades que la de cada familia; es afectada también por la inflación y los
vaivenes económicos de nuestra patria.
Pero… gracias a Dios, siempre pudimos manejarnos bastante bien entre altos y
bajos. Las entradas que tiene parten siempre de las ofrendas de los miembros de
la comunidad (colectas, bautismos, alcancías, colaboración familiar de personas que participan de la comunidad y de otros que
generosamente apoyan a la parroquia, el UNESMO, las actividades que re realizan a tal fin, donaciones,
etc.).
El UNESMO es una de las entradas más genuinas. Es el 1% de las
entradas de cada miembro de la
Comunidad. Es libre; solo se invita a adherir a este sistema;
no tiene control, sino que es bien visto a los ojos de Dios pues se colabora
para mantener nuestro culto.
No bajemos la guardia y sigamos apoyando y sosteniendo a nuestra
Parroquia, Dios no se dejará ganar en generosidad. Y a los que sistemáticamente
ya colaboran, ¡nuestro más sentido agradecimiento en nombre de todos!
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