sábado, 1 de octubre de 2011

“LA FAMILIA: UN INVENTO DE DIOS”


Queridas familias:
            En la visita del Papa a Croacia, en la antigua Yugoslavia, volvió a insistir sobre el valor de la familia para la humanidad. Un valor que nace en la creación por parte de Dios, origen de todo. También invitó a todas las familias a “no tener miedo de tener hijos”. ¿Por qué insistir tanto en estos temas? Es evidente que si el hombre se confronta con el Proyecto de Dios creador, encontrará que hoy la situación ha cambiado. Si no existe esa confrontación lo que se produce es: “lo que siento, lo que me parece, lo que creo”. Me convierto yo mismo en punto de confrontación o metro; en otras palabras me apropio del “árbol de la ciencia del bien y del mal”. El resultado es: cualquier relación es llamada “matrimonio”; los hijos aparecen de cualquier manera menos las “naturales”.

Todo esto lo estamos viendo también en nuestro país con las “nuevas” leyes  sobre el matrimonio (llamado igualitario) y la lucha de minorías bulliciosas sobre el tema del “aborto”.
Se piensa que somos progresistas, maduros, civilizados porque nos independizamos de Dios y de su proyecto. Pensar y actuar según Dios es “oscurantismo”, es de retrógrados, de inmaduros, de falta de autoestima y libertad. Todo lo que viene de Dios es “represor”. De hecho en gran parte de la sociedad se rechaza a la Iglesia por defender y exponer el proyecto de Dios.
También la prensa que se le da a las minorías y el “ruido” que hacen, quieren transmitir una ideología y se usa como caballito de batalla el tema “de los derechos humanos” cuando lo “humano” es el que es avasallado con los pretendidos derechos. Como siempre se defienden pretendidos derechos y nunca se asumen las responsabilidades. Cuando una sociedad se convierte en “anárquica” no tiene futuro, está destinada a desaparecer.
Si es cierto, y lo es, que la familia es la “célula” de la sociedad, lo que un Estado tendría que hacer es proteger esa célula, estimularla, apoyarla, ayudarla y no permitir que “cualquier mamarracho” sea célula de la sociedad. Solo de esa manera se contribuye al bien común de la sociedad. De otra manera habría que legalizar lo que cada uno quiere hacer, construir o vivir, sin importar a quien y  lo que se puede perjudicar.
El Matrimonio según el Proyecto de Dios es la unión de un hombre y de una mujer y para siempre. Tiene como finalidad la ayuda mutua para “crecer” humana y espiritualmente y también para que, en ese ambiente – estructura, se pueda dar la transmisión de la vida para bien de la humanidad expresada en los hijos. Esto es lo “natural”, lo genuino, así fue la obra de la creación. Así lo expresó también el mismo Jesús, quien llevó a su origen y a su plenitud lo que es el matrimonio y la familia.
Y es tanta la importancia que Jesús le dio a la unión del hombre y de la mujer que lo convirtió en un “sacramento” de su presencia salvadora de manera tal que la Iglesia, interprete del mensaje de Jesús, nos enseña que para los cristianos “el único matrimonio valido es el que se da dentro de ese Sacramento”. En esto hay que ser siempre muy claros y no ambiguos, llevando a la confusión. La Iglesia no puede bendecir cualquier otra situación. ¡Se tiene que ser comprensivos pero no ambiguos!

            Con la bendición de Dios para todos.
           
                                                                                  p. Darío

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