Una de las
características y finalidad de la
Comunión es, por un lado unirnos íntimamente a Cristo
resucitado participando de su muerte y resurrección y por otro, el de crear y
fortalecer la comunión fraterna entre los miembros de una comunidad cristiana. La Comunión normalmente se
da en la Celebración
de la Misa
recibiendo el Cuerpo de Cristo, pero también está disponible para los momentos
“anormales” como la enfermedad, la postración, la internación, etc.
A qué viene esto
último: se constata que miembros de la Comunidad , como sucede a cualquier ser mortal, se
enferman, no pueden salir de sus hogares y no piensan en la Comunión , no la
solicitan; parecería que no tienen
necesidad de ella. Y la
Comunión está precisamente para lo que dijimos más arriba.
Jesús no se encierra solo en los templos, no se ofrece sólo para los que están
presente en las Misas, nos quiere
alcanzar allí dónde estemos para justamente para recrear y fortalecer nuestro ser
“su Cuerpo” (que es la
Comunidad o Iglesia presente aquí y hoy).
Además: quién
tiene más necesidad del médico, ¿los sanos o los enfermos? Entonces: ¿por qué
no aprovechamos la posibilidad de estar cerca de Jesús y de la comunidad por
medio de la Comunión ?
¿No será que esta
dimensión o característica de la comunión no está dentro de nuestros esquemas
pues aún tenemos una mentalidad “individualista” y no de “Iglesia”?
Así también
cuantas personas que frecuentaban normalmente nuestra Comunidad, por bajones,
depresiones, dificultades varias dejan de frecuentar y estar unidos a Jesús y a
la Comunidad. También
Aquí van los
nombres y teléfonos de los “Ministros de la comunión” de nuestra comunidad (San Jorge y Espíritu Santo).
Josefina González
4249-4313
Ciche de
Argüelles 4247-1416
Di Gregorio
Roque 4220-4626
Simón Quirós 4933-2632
Julio
Mazut 4241-6159
Beatriz
Mascherpa 4247-5116
Diacono 
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