“La oración de los Fieles” es el signo del
compartir las preocupaciones, los agradecimientos, las intenciones generales de
la Iglesia ,
de la Comunidad ,
diocesana, la
Parroquial. Las preocupaciones de las familias, de nuestro
país, de la situación del mundo. Las “intenciones” son muchas y de todo tipo.
El mismo título de este signo es importante:
Es la oración de los fieles, no del celebrante, no de algún iluminado detrás de
un escritorio, no son formulas prefabricadas, etc. Si es de los fieles quiere
decir que es la oración de los que están presente en la Celebración
Litúrgica.
Pero
qué pasa normalmente, qué hacemos…. Por lo general son siempre los mismos los
que expresan la oración. La mayoría o no entiende el significado o no quiere
compartir su oración pues piensa que Dios ya la conoce. Otros, si la hacen, es
otra homilía más: otros la hacen tan cortita que nos se sabe el objetivo de la
oración (ej. “por la paz”). Otras veces no tiene nada que ver con lo que Jesús
nos propuso con su Palabra y o la explicación.
Por supuesto que también incluimos situaciones
especiales: cumpleaños, aniversario de matrimonio, bautismos: hacemos memoria
de los difuntos; recordamos a los enfermos etc.
Este
conjunto de oraciones es un signo de “nuestro ser hermanos en la fe”, de confianza,
del compartir nuestras preocupaciones. Es un momento importante para crear
“comunión”.
Puede
suceder que nuestro comportamiento se deba al “temor” de expresarnos, al no
saber cómo hacerlo u otras motivaciones.
A esto podemos responder diciendo que con la
“hojita del Domingo” que se entrega al finalizar la celebración (y que
corresponde al domingo siguiente) podemos prepararnos para la celebración y con
ella podríamos pensar en “una oración de los fieles”; si nos cuesta expresarnos
podemos escribirla y luego leerla, etc. Lo importante es “participar”
presentando y rezando por lo que se nos propone. Así se crea comunión, se
comparte.
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