viernes, 2 de septiembre de 2011

LA “LECTIO DIVINA”


Definición: un ejercicio ordenado y metódico de escucha personal de la Palabra de Dios.
ES UN ITINERARIO: Una Escalera que sube y que baja.
1. STATIO: Prepara el cuerpo y el espíritu. ¿Cuándo, dónde, cómo hacerla?

2. LECTIO: Lectura del Texto. Con calma y atención, respondiendo a esta pregunta: ¿QUÉ DICE EL TEXTO? Ver: ¿Quiénes son los protagonistas?, ¿qué hacen?, quién habla, ¿a quien habla?, ¿qué hecho o frase me parece fundamental?, etc.
Memorizar el texto. Guardarlo en el corazón o todo o en parte.
Si es posible es importante escribir el texto.
Leer no sólo con la mente sino con los labios, paladeando las palabras.


3. MEDITATIO: Respondo a: ¿QUÉ ME DICE?
Para meditar bien hay que considerar a la Palabra como:
   AGUA: que penetre como la lluvia en la tierra.
LEVADURA: Amasarla con el pan de cada día: con las preocupaciones, los problemas, las angustias, las esperanzas, las alegrías cotidianas.
ESPEJO: En el que tenemos que mirarnos. Nos ponemos delante de la Palabra con lo que somos, lo que tenemos, lo que queremos.
ESPADA: Si duele o te hiere por dentro es buena señal, significa que tu confrontación no anda con mediocridades.

TRES MOMENTOS:
1º Recojo las palabras o acciones que me  llamaron la atención. ¿Qué significan para mi?; ¿por qué me importan o me llamaron la atención?
2º Interiorizo, rumio estas palabras o acciones, desde la mente pasan al corazón y toman morada en él. ¿Qué siento yo?; ¿cómo me siento?
3º Veo mi vida y la vida, mi historia y la historia, a la luz de esa Palabra.
¿Qué me sugiere?; ¿qué me pide?; ¿qué me exige?

4. ORATIO: ¿QUÉ LE RESPONDO?
Después de leer y de reflexionar, damos nuestra respuesta, como reacción a lo que Dios nos dice: Alabamos – pedimos perdón – agradecemos – suplicamos. Es una oración gratuita, no funcional o comercial y utilitarista. No es para alcanzar algo, es amistad gratuita.

5. CONTEMPLATIO:
Es la cima de la escalera. Este paso es un don de Dios que se da algunas veces y es el momento en el cual hacemos una fuerte experiencia del amor de Dios a partir de lo que hemos leído, reflexionado y respondido. Es un dejar actuar al Espíritu que nos lleva a un encuentro especial con Dios. Es un juego de mirar y sentirse mirado.
(Catecismo de la Iglesia Católica nº 2715)
Yo lo miro, El me mira (de la vida del Santo cura de Ars)

6. DISCRETIO: Discernimiento.
Este está presente en todos los pasos pues hay que ir buscando el camino de Dios, el cumplimiento de su proyecto. Es elegir según Cristo, como Cristo en la situación concreta que cada uno vive ya que Dios me habla aquí y ahora. Con la Palabra nos llega no solo la Luz, sino también la Fuerza.

7. COLLATIO: Intercomunicación, compartir.
No estoy sólo en esto, otros están en lo mismo. También si se hace en grupos, donde no se discute o se rebate lo que el otro dice, sino que se comparte, se pone para edificación de los demás.

8. ACTIO: Acción.
Desde lo alto hay que bajar al llano de la vida. Cuando la Palabra nos habita, nos habilita para ser nosotros mismos palabra-signo-expresión del amor y de la comunicación con Dios. Del estar con Dios, y aquí está la realidad cristiana, pasamos al estar con los hermanos. Es por eso que la respuesta es acción – compromiso – testimonio.

La tradición y visión oriental (hinduismo, budismo, etc.) acentúan el camino hacia la propia interioridad.
En el cristianismo, al contrario, el camino auténtico no desemboca en el corazón del yo, sino que lleva a la comunicación con los demás.
Dentro del cristianismo se dan también dos extremos: frente a una lectura de la Palabra exclusivamente política, aparece otra únicamente carismática.
Una lectura puramente espiritual o espiritualizada, pietista, que quiere alejarse de una posible contaminación política, lleva al angelismo.
Una lectura  sin compromiso se convierte en una lectura alienante, alienadora. (Con un dar razones a los que ven la religión como “opio del pueblo”)
Una cosa son los Monjes y otra la mayoría de los cristianos con sus múltiples ocupaciones. Por eso simplificando toda esta metodología lo podemos resumir en tres momentos que luego en la práctica o se pueden realizar de una vez o distribuirlos en la jornada. Estos son: LECTIO – MEDITATIO – ORATIO. Son los pasos fuertes, los arduos pues son de subida y por lo tanto los que más cuestan.
Un secreto: no desanimarse. El método es como una muleta que nos ayuda a poder caminar y en el tiempo, con perseverancia, veremos que nos no harán falta…. Hay que crear hábito y esto no irá cambiando ya que, como dijimos, la Palabra es creadora y eficaz, realiza lo que anuncia. ¡Pero paciencia!

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