miércoles, 1 de abril de 2015

LA PASCUA ES UNA NUEVA CREACIÓN



Queridas familias:
Estamos celebrando precisamente la Semana Santa: es el corazón de la Fe cristiana, el objetivo de la Navidad, la posibilidad de algo Nuevo que crea esperanza en un mundo desorientado, confuso y angustiado. Cuando el mundo -con sus personas y situaciones- está revuelto, una Luz brilla marcando el camino a seguir para encontrar el sentido de la  vida: esa luz es la Pascua que celebramos.
Muchos, despreocupándose del rumbo del país, de las familias, de la sociedad, del futuro, la considerarán una oportunidad para tomar unos días de descanso y distensión, pensando solamente en vivir lo inmediato y en disfrutar. ¡Y muchos entre ellos además se proclaman cristianos!
Muy por el contrario se halla la invitación de Jesús que nos llama a tener una mirada interior, hacia el corazón, donde nacen las intenciones y las decisiones para la vida. Cristo implica una mirada de rebote: mirándolo a Él, nos podemos mirar a nosotros mismos y confrontarnos. ¿Qué podemos descubrir en ese mirar? Algunas cosas interesantes que parten de la misma Palabra de Dios. Por ejemplo:
- Que Dios Padre nos sigue amando tanto que entrega a su Hijo para “re-crearnos”.
- Que la vida tiene sentido si no nos encerramos en nosotros mismos con egoísmo, sino que lo hacemos como Jesús, cuando nos entregamos a los demás y a sus situaciones.
- Que el “bien común” está por sobre el bien particular.
- Que la búsqueda de la unidad vale más que las dispersiones, las divisiones, el encierro.
La Semana Santa es una nueva oportunidad que Dios nos da (y la seguirá dando), para crecer interiormente dejándonos conducir los por últimos momentos históricos de Jesús, la síntesis de su existencia. La Semana Santa tiene momentos litúrgicos y otros devocionales. Los primeros son los importantes, el plato fuerte; los otros sirven a los primeros, aunque no siempre.
Vivir la Semana Santa en y con la Comunidad puede ser enriquecedor. Vivirla en la dispersión no tendría mucho sentido. Propuestas para la semana, por tanto, las tendremos en abundancia, pero cada uno elegirá a partir de lo que Dios le pide.
También este mes celebraremos el trigésimo quinto aniversario de la Consagración de nuestra Casa común, el Templo, y, el día 23, la Fiesta de Nuestro Patrono, quien quiso unirse a la pasión de Cristo ofreciendo su vida para poder ser también partícipe de su resurrección.
El mes de Abril es como un Gran Momento para la renovación de nuestra comunidad: ¿sabremos aprovecharla?
    Que Dios nos Bendiga y San Jorge nos libre de todo mal.

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