Mucho no hablamos ni escribimos sobre este tema en los boletines. Y esto a
veces daría la impresión de que la Parroquia no sufre los problemas normales en
estos tiempos de crisis inflacionaria, y demás yerbas. Está demás decir que la Parroquia no está subvencionada por el
Estado ni por el Vaticano. Cada Comunidad se tiene que organizar para que
este aspecto funcione de la mejor manera y sirva para los cometidos que la
Parroquia tiene en todos sus aspectos.
Todos los meses colocamos a
la entrada del Templo y la Capilla el resumen de las entradas y salidas ya que
el dinero que se recauda por los más variados
medios es de todos y es bueno que se sepa. En esto no hay nada que
esconder.
En el mes de abril, vamos a encarar
el arreglo del techo del salón
parroquial y de la casita; cambio total de la membrana y otros. Lo podemos
hacer gracias a algunos ahorros hechos y a donaciones. El gasto no será
indiferente: ¡unos 50.000 pesos!
De ahí que las reservas caigan considerablemente pero hay que hacerlo. No
podemos dejar caer lo que con tanto esfuerzo muchos hicieron y hasta ahora se
trató de mantener.
Es así que les pediría ser un poquito
más generosos en las colectas, con el UNESMO y la Colaboración Familiar y en el
interés por este aspecto (el de la economía) de nuestra parroquia.
¡Jesús no se
deja ganar en generosidad!
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