sábado, 5 de abril de 2014

DIMENSIÓN COMUNITARIA SEGÚN S. PABLO


Con la Pascua se da una “nueva creación”: Cristo, con la instauración del Reino de Dios, hace nuevas todas las cosas, incluida la humanidad. Históricamente este Reino se va realizando por medio de la Iglesia, que en su aspecto más profundo y esencial es “la Comunidad creyente” y no específicamente la estructura eclesiástica. Por eso Pablo insiste en este aspecto fundamental de la Iglesia: “su dimensión comunitaria”.
 
     Para Pablo, el término Iglesia no es algo abstracto sino que se refiere siempre a una comunidad concreta que se encuentra en un cierto lugar (Iglesia de Corinto, de Roma, de Tesalónica, de Filipo, de Efeso, etc.), son las distintas comunidades individuales. Por el contrario, hoy nosotros damos al término “Iglesia” un sentido “católico”, es decir, universal, y tendemos a diluir el concepto de Iglesia; de esta manera no nos identificamos con ninguna.
     En Pablo la Iglesia tenía un sentido extraordinario de comunión recíproca. El apóstol desechaba y se oponía con energía al individualismo o al “cortarse solo”.
 
https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRiSTaGXKpdxSo2ATT58eMl2NI11HvBei4Vq6Z1BVRrxRnRgy00xg     En aquella época, el lugar de encuentro de los cristianos era la casa privada, donde se reunían para la cena, para la lectura y la explicación de los textos sagrados, y para “la fracción del pan”. La Comunidad Eclesial se desarrollaba en un ámbito doméstico y fue allí  donde se formó el término que dice que la Iglesia es el “Cuerpo de Cristo”. Por tanto, siendo cuerpo no hay individualidades sino que cada miembro concurre al bien de todo el organismo. (Se puede leer 1 Corintios 12,12 para comprender precisamente esta dimensión comunitaria de la vida cristiana). ¿Qué quiere decir Pablo con “la Iglesia es el Cuerpo de Cristo”?; ¿es un cuerpo en sentido social, que pertenece a Cristo; o es Cristo mismo en su cuerpo, en una forma de cuerpo, en una dimensión no social sino individual, mística? Parecería que este segundo concepto es el más acertado. Y así podemos comprender el valor comunitario de cada comunidad cristiana y el compromiso de lucha por vivirla con más claridad y autenticidad.
 
     Además, y en relación con lo dicho, para Pablo la Iglesia era totalmente “igualitaria”. El santo  enseñaba que en Cristo ya no hay ni judíos ni griegos, ni esclavos ni libres, ni hombres ni mujeres. ¡Todos son igualmente Hijos de Dios!, tienen la misma dignidad. En el interior de la Comunidad había también funciones ministeriales (de servicio hacia la misma), verdaderas y propias, pero no eran sacerdotales en el sentido jerárquico posterior, había presidentes, personas encargadas de guiar, organizar la asamblea y nada más.
 
    San Pablo nos muestra cosas esenciales para la vida cristiana con relación a la Comunidad concreta. ¿Es suficiente sólo la información o es necesario pasar a la acción? Sus indicaciones fueron motivo de controversias y dolor pero algo hay que tener en claro: son “Palabra de Dios” a él confiadas para transmitirlas a las Iglesias de todos los tiempos como proyecto y realización.

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