Con el 1º domingo de Adviento comenzaremos el Nuevo Año Pastoral. Nos dejaremos conducir por el Evangelio de San Mateo que es todo un programa: “el de la vida eclesial”. De hecho al evangelio según Mateo es considerado como “evangelio eclesiológico”. Va orientando la vida de la Comunidad como vida de discípulos de Cristo.
¿Hay que insistir sobre el hecho de que para los que deciden ser cristianos no hay medias tintas sino que lo fundamental y esencial es dejarse conducir por la Palabra de Dios? Solo a partir de la aceptación y vivencia de esa Palabra tiene sentido y es fructífera la vida sacramental que se traduce en una vida de Caridad.
Podremos comenzar considerando el gesto de Jesús en la última cena: “el lavado de los pies”. Esta imagen tendría que estar siempre presente para recordarnos cómo se construye y se vive en la Iglesia y lo que ella es: anticipo de la familia “comunión” con Dios en la eternidad.
De una manera bien concreta Mateo nos presenta el “proyecto” de Dios para la humanidad. Un proyecto lleno de amor y preocupación por el hombre.
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