1º lectura (Jeremías 33,14-16): prevé,
en el momento difícil del destierro, la venida de un descendiente de David que
nacerá como “brote justo” y dará alegría a la humanidad. Es un canto a la
esperanza
Algunas noticias sobre Jeremía, profeta
Jeremías fue un
profeta y autor hebreo que vivió entre los años 650 y 585 A.C. y a quien se le
debe no solamente la anticipación de varios acontecimientos relevantes para la
religión
Aborda entre
otras cuestiones el exilio judío en Babilonia y anticipa un nuevo pacto entre
Dios y el pueblo judío.
Y con respecto a su
actividad profética debemos destacar primeramente la anticipación sobre la
invasión de babilonia.
Por otro lado
anticipó la destrucción de la mencionada Babilonia y el llamado de Dios a una
segunda alianza con el pueblo judío.
Cuando Babilonia
destruye todo, los judíos cayeron en el descreimiento y decidieron aferrarse a
la veneración y creencia de otros ídolos. Todo esto profetizó Jeremías y
obviamente le valió crueles persecuciones y cuestionamientos.
Persecución
política
También avisó el
castigo que impondría Yahvé al pueblo judío y sus gobernantes por la corrupción
y la violencia imperante.
Esto especialmente
le trajo muchos problemas con los monarcas judíos que lo persiguieron y lo maltrataron
físicamente por hablar de estos temas abiertamente.
Pero Jeremías no
les temía, tenía clara que su labor era transmitir la palabra de Dios y ese
compromiso lo cumplió férreamente y con un gran afán e ímpetu, a pesar de las
consecuencias negativas que ello le pudiese acarrear.
Como sabía de todas
estas cuestiones es que pedía al pueblo y a los reyes la conversión, no lo
consiguió y hasta terminó encarcelado, pero todo lo que dijo se cumplió y por
caso es que cobraría relevancia toda su obra oportunamente.
Era hijo de un
sacerdote y oriundo de Judea, luego viviría en Jerusalén, Babilonia y en
Egipto, donde fallece.
Un profeta para tiempos de crisis (copiar
enlace y pegar en google)
2º lectura (1 Tesalonicenses 3,12-4,2): Pablo nos pide que nos preparemos a la venida de Cristo creciendo “en
el amor en la comunidad y hacia todos”
Evangelio (Lucas 21,25-28.34-36):
un día estaremos delante del Señor Jesús, juez: para que estemos preparados
Jesús nos exhorta a estar despiertos y rezar en todo momento.
Lucas nos acompañará durante
todo el Año Litúrgico. Es el Evangelio que forma al cristiano en su misión
profética de evangelizador. Es en esta óptica que tenemos que leer y rumiar este evangelio: ¡dejarnos
evangelizar para evangelizar!
La PALABRA DE DIOS,
ESCRITA Y PROCLAMADA ES INSOSTITUIBLE
PARA EL CRECIMIENTO CRISTIANO. Todo lo demás, películas, youtube, etc. pueden
ayudar pero nunca sustituir. La Palabra es el mismo Jesús (Juan 1)
Ella da contenido a
la Fe para que ésta no sea solamente una cáscara con nada adentro.
Además comunica la
vida de Dios pues es eficaz como una semilla enterrada en la tierra y cuidada.
La Palabra es el
cimiento o fundamento de la vida de Dios en nosotros: “El que escucha mis
palabras y las practica es el hombre…. (Mt.7,24)
La cultura humana
puede cambiar, y de hecho cambia permanentemente, y la Palabra es la que hace
que esa cultura se haga cristiana. Desgraciadamente el árbol (cultura de hoy)
impide ver el bosque….
Es por todo esto
que la Lectio divina es importante en la vida de los cristianos. Es un método
garantizado por el mismo Jesús y que Él recibió del Antiguo Testamento y que
hoy la Iglesia, su pueblo, está recuperando y proponiendo.
A
continuación les presento este método simplificado que nos ayuda a
“encontrarnos” con Jesús en la Palabra. La Lectio Divina nos propone que,
después de la lectura atenta y pausada de un breve texto bíblico elaboremos:
1. ¿Qué dice objetivamente el texto en
el contexto?
2. ¿Qué me dice en mi contexto?
3. ¿Qué le respondo?, ¿con qué actitud?
¿sobre qué?
La
propuesta en este Adviento consiste en que, durante el mismo, nos comprometamos
en el ejercicio del encuentro con la Palabra, para que redunde en beneficio
nuestro y de todos, y que nuestro Jubileo marque un antes y un después con
relación a la Palabra; que ella nos “nos re-cree” personal y comunitariamente.
Por último, el ideal sería poder compartirla semanalmente con otros,
conformando pequeños grupos de reflexión y ejercicio de la Lectio Divina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario