martes, 10 de mayo de 2016

VOLUNTARIADO PARROQUIAL



Con el Espíritu Santo en Pentecostés, los discípulos comprendieron que Jesús quería una Comunidad que viviese según los criterios que Él había enseñado y vivido. Y además de comprenderlo se esforzaron por vivirlos, empresa que para ellos resultaba muy difícil. No obstante,  igualmente se lanzaron y salieron a predicar, a anunciar el proyecto de Jesús. Así fundaron comunidades (ej. Pablo en Corinto, la de Filipos, la de Colosas; Santiago, etc.)
Para poder crecer y vivir estas comunidades tuvieron que organizarse, con el compromiso de sus participantes. El apóstol no ser encargaba de todo, sino que se fueron distribuyendo las responsabilidades entre los miembros: así nacieron los ministerios o servidores, que asumían la responsabilidad de ofrecer su tiempo y capacidad para que la Comunidad pudiese ser “el Cuerpo de Cristo” en el mundo concreto dónde vivían.
Una Comunidad sin “ministerios o servidores” crece poco y se debilita pues, precisamente, la acción de los ministros sirve para fortalecer “el trípode” (Palabra, Liturgia,  Caridad) sobre el que se construye la Iglesia o Comunidad:
- Palabra: es el anuncio del mensaje de Jesús. Aquí ubicamos al Presbítero, al Diácono, a los catequistas y todos aquellos que buscan transmitir la Palabra de Dios en el ambiente que los rodea.

Nuestra Parroquia necesita catequistas. Personas que sientan que hay que transmitir la fe católica a las nuevas generaciones. Esta misión es un gesto de amor y de solidaridad. El que siente que lo puede realizar, ¡acérquese!

- Liturgia: es el culto por medio del cual se hace presente a Jesús, se alaba y bendice su nombre; se reza juntos, se ejerce el ministerio sacerdotal recibido por los sacramentos de la Iniciación cristiana. Aquí también el Presbítero y el Diácono tienen una función específica. Pero también están los lectores, los ministros de la comunión, el ministerio de música que anima las celebraciones y otros.

Nuestra Comunidad puede crecer cuando no son siempre los mismos los que asumen una responsabilidad (las de leer, preparar, etc.)

- Caridad: Esta palabra traduce otra palabra griega: “agapé”, que nosotros traducimos por Amor. Es la vivencia dentro de la Comunidad de una manera especial, pero no exclusiva pues el Amor se vive a partir de la comunión con Jesús para con los demás. En esto “todos” estamos involucrados y llamados a vivir la Caridad. Expresión de ella es el grupo de “Caritas” para ayudar material y espiritualmente a los más necesitados. Es un ministerio o servicio que no puede faltar en una Comunidad para que ella sea el Gran Ideal de Jesús.
Pero, además, “la Caridad” se vive en internamente en las distintas necesidades de la Comunidad: cuidando y solucionando los problemas de la estructura, la limpieza, el cuidado de los espacios. No todo se soluciona con dinero, sino con preocupación y prestando una mano.


En nuestra Comunidad, la Caridad tendría que manifestarse en el donarse para el bien común y no quedarnos sólo en el “recibir” (y de lo demás “que se arreglen otros”). Tendríamos que replantearnos los servicios o ministerios que necesitamos y preguntarnos dónde nos podríamos ubicar cada uno de los que participamos de ella.

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