lunes, 16 de mayo de 2016

CATEQUESIS



Ya comenzamos la Catequesis tanto en la Parroquia como en la Capilla.

En la Parroquia: la novedad es que se realiza los sábados de 16 a 18 hs. Con Juegos, Catequesis, Merienda y Celebración, a las 17:15 hs.

Para los que lo deseen, siguen algunas actividades como Canto y aprendizaje de guitarra a continuación.

En la Capilla: seguirá siendo a las 9 hs,
los domingos con la Misa y luego la Catequesis.

SE NECESITAN

CATEQUISTAS CON GANAS DE “TRANSMITIR LA FE A LAS FUTURAS GENERACIONES”







sábado, 14 de mayo de 2016

PENTECOSTÉS, FIESTAS PATRONALES DE NUESTRA CAPILLA

El 15 de mayo celebramos las Fiestas Patronales de Nuestra Capilla.
Se trata de un momento importante pues opera “como el broche de oro de la Pascua” ya que fue con el don del Espíritu que cambió completamente la vida de los apóstoles y amigos de Jesús. En esta instancia, se produjo una transformación como fruto de dos acciones:
1.       La del Espíritu que gratuitamente donó el mismo Jesús, así como lo había prometido a sus amigos y a los que viviesen en comunión con Él en el futuro.
2.       La de la docilidad de esos amigos, por confiar en Jesús y en su promesa, por la oración, apertura de corazón, como nos enseñan los Hechos de los Apóstoles.




También nosotros, que creemos en Jesús, necesitamos ese Espíritu. Las dificultades que implica  hoy vivir según el Evangelio son muchas: relativismo, subjetivismo, indiferencia, superficialidad, preocupaciones sin mucho sentido, poca visión de la vida según el proyecto de Dios, etc. ¡Todos necesitamos la transformación del Espíritu! Seguramente no será mágica, habrá que ir construyéndola  en el tiempo. ¡Vale la pena!, pues así tendremos un objetivo un poco más alto que no solo nos hará bien a cada uno, sino que le hará bien a los demás.
La Capilla está preparando esta Fiesta:
tendrá su Vigilia el día 14 a las 19 hs 
y la Celebración el día 15 con la Misa a las 9 hs.

Y el almuerzo a las 13 hs.

jueves, 12 de mayo de 2016

APOYO ESCOLAR


Comienza en Mayo y antes hay que anotarse con una nota de la maestra.
Averiguar condiciones en la secretaría de la Parroquia.

SE NECESITAN

VOLUNTARIAS PARA ESTA ACTIVIDAD DE CARIDAD

miércoles, 11 de mayo de 2016

LA MISERICORDIA DE DIOS



El Papa Francisco declaró al periodo comprendido entre el 8 de diciembre de 2015 hasta el 23 de noviembre del corriente año como el Año de la Misericordia.
Sabemos de la permanente insistencia del Papa en ayudarnos a descubrir el corazón de Dios, rico en Misericordia, infinitamente misericordioso, etc., voluntad basada en la convicción de que todo puede cambiar si nos dejamos “misericordiar” por Dios de una manera concreta y si asumimos su esencialidad en nuestra vida “misericordiando”. Misericordiar y misericordiando son verboides (infinitivo y gerundio, ambos neologismos) que indican especialmente un camino y un proceso, una  construcción que se va realizando.
Este período misericordioso es, además, Jubileo, y como tal constituye la única manera de permanecer unidos a Dios: a través de relaciones nuevas con nuestros hermanos. Así, nos relata el Antiguo Testamento en Levítico 25 que durante un año Jubilar se pretende que todos recuperen lo que se ha perdido, generalmente por abuso de poder. La palabra Jubileo viene de “júbilo”, sinónimo de alegría, y la alegría se consigue cuando hacemos las cosas desde el corazón y con entrega amorosa, dando también desde nuestra pobreza. Por otra parte, el jubileo o “año de gracia” fue anunciado por el mismo Jesús en la sinagoga de Nazaret (Lc. 4, 19), por tanto, la instauración de un año de gracia comienza con Jesús y durará, a instancias de Cristo, repitiéndose, durante toda la existencia humana.
Teniendo en cuenta que Jubileo es un “recomenzar” a partir de la “Gran Misericordia que Dios tiene para con nosotros” tengamos en cuenta y, sobre todo, participemos de los tres acontecimientos jubilares en nuestra Diócesis, que son:
- El sábado 7, Jubileo de los niños: a partir de la misericordia de Dios que los niños, ayudados por sus padres, comprendan que la catequesis es un proceso que no termina nunca, mucho menos con la Primera Comunión; por el contrario, que con ella comienza la vida cristiana para todos.
- El sábado 14, Jubileo de los jóvenes. Se invita a todos los jóvenes a dejarse conducir por el Espíritu, el de la sabiduría, el del consejo, el de la fuerza nueva para vivir contra corriente. Por eso este jubileo se realiza en la Vigilia de Pentecostés. No importa en qué situación religiosa se encuentre la persona: Dios llama a todos, y, en este caso, a todos los jóvenes busca e invita. A los que entienden esta oportunidad, la misión de comunicar la invitación.
- El sábado 28 el Jubileo de las familias: nueva oportunidad para “alegrarse” en la misericordia de Dios, en esta oportunidad, como familias y comunidad.

martes, 10 de mayo de 2016

VOLUNTARIADO PARROQUIAL



Con el Espíritu Santo en Pentecostés, los discípulos comprendieron que Jesús quería una Comunidad que viviese según los criterios que Él había enseñado y vivido. Y además de comprenderlo se esforzaron por vivirlos, empresa que para ellos resultaba muy difícil. No obstante,  igualmente se lanzaron y salieron a predicar, a anunciar el proyecto de Jesús. Así fundaron comunidades (ej. Pablo en Corinto, la de Filipos, la de Colosas; Santiago, etc.)
Para poder crecer y vivir estas comunidades tuvieron que organizarse, con el compromiso de sus participantes. El apóstol no ser encargaba de todo, sino que se fueron distribuyendo las responsabilidades entre los miembros: así nacieron los ministerios o servidores, que asumían la responsabilidad de ofrecer su tiempo y capacidad para que la Comunidad pudiese ser “el Cuerpo de Cristo” en el mundo concreto dónde vivían.
Una Comunidad sin “ministerios o servidores” crece poco y se debilita pues, precisamente, la acción de los ministros sirve para fortalecer “el trípode” (Palabra, Liturgia,  Caridad) sobre el que se construye la Iglesia o Comunidad:
- Palabra: es el anuncio del mensaje de Jesús. Aquí ubicamos al Presbítero, al Diácono, a los catequistas y todos aquellos que buscan transmitir la Palabra de Dios en el ambiente que los rodea.

Nuestra Parroquia necesita catequistas. Personas que sientan que hay que transmitir la fe católica a las nuevas generaciones. Esta misión es un gesto de amor y de solidaridad. El que siente que lo puede realizar, ¡acérquese!

- Liturgia: es el culto por medio del cual se hace presente a Jesús, se alaba y bendice su nombre; se reza juntos, se ejerce el ministerio sacerdotal recibido por los sacramentos de la Iniciación cristiana. Aquí también el Presbítero y el Diácono tienen una función específica. Pero también están los lectores, los ministros de la comunión, el ministerio de música que anima las celebraciones y otros.

Nuestra Comunidad puede crecer cuando no son siempre los mismos los que asumen una responsabilidad (las de leer, preparar, etc.)

- Caridad: Esta palabra traduce otra palabra griega: “agapé”, que nosotros traducimos por Amor. Es la vivencia dentro de la Comunidad de una manera especial, pero no exclusiva pues el Amor se vive a partir de la comunión con Jesús para con los demás. En esto “todos” estamos involucrados y llamados a vivir la Caridad. Expresión de ella es el grupo de “Caritas” para ayudar material y espiritualmente a los más necesitados. Es un ministerio o servicio que no puede faltar en una Comunidad para que ella sea el Gran Ideal de Jesús.
Pero, además, “la Caridad” se vive en internamente en las distintas necesidades de la Comunidad: cuidando y solucionando los problemas de la estructura, la limpieza, el cuidado de los espacios. No todo se soluciona con dinero, sino con preocupación y prestando una mano.


En nuestra Comunidad, la Caridad tendría que manifestarse en el donarse para el bien común y no quedarnos sólo en el “recibir” (y de lo demás “que se arreglen otros”). Tendríamos que replantearnos los servicios o ministerios que necesitamos y preguntarnos dónde nos podríamos ubicar cada uno de los que participamos de ella.

lunes, 9 de mayo de 2016

EL ESPÍRITU SANTO SE NOS REGALA PARA QUE VIVAMOS LA MISERICORDIA


Queridas familias:
Dos figuras importantes en la vida personal y eclesial marcan el rumbo durante este mes de Mayo: el Espíritu Santo, fuente del “Hombre Nuevo” y la Virgen María (Virgen de Luján, María Madre de la Iglesia, María Auxiliadora y “La Visitación” de María a Isabel), constituyendo esta doble circunstancia una hermosa conclusión:
1. El Espíritu Santo: don prometido por Jesús antes de abandonar la tierra. Es el mismo Dios que construye con nosotros los cielos nuevos y la tierra nueva en el hoy y aquí; es quien nos “santifica” uniéndonos íntimamente a Él y entre nosotros; nos “ilumina” para que en cada situación descubramos por dónde va el proyecto de Dios y así podamos colaborar; nos  “fortalece” para que no decaigamos frente a las dificultades y confusiones de hoy; nos “hace “Iglesia”, Cuerpo de Cristo, cuando sabemos compartir -entre nosotros la vida y vamos creando- relaciones nuevas según los criterios del Evangelio.
2. Las Fiestas de María (cuatro este mes). Si bien todas ellas tienen en común la vivencia de la Misericordia por parte de María para con nosotros: nuestra Madre como “modelo de lo que tiene que ser la Iglesia”, cada imagen de María indica:
- La Virgen de Luján, como dice la canción tradicional, que “se quedó para acompañar a su pueblo que peregrina en Argentina”.
- María Madre de la Iglesia, que aceptó al pie de la cruz esta misión que le encomendó su hijo Jesús: ser “madre” con todo lo que ello implica.
- María Auxiliadora que representa el auxilio de los cristianos frente a las dificultades, así, María nos auxilia, nos protege, está a nuestro lado.
- La visitación a su prima Isabel: llevada por el Espíritu Santo el día de la Anunciación, nos enseña que se dirigió inmediatamente a dar ayuda a su prima en su embarazo: el Espíritu Santo nos lleva a vivir concretamente los gestos de misericordia.
En conclusión, los festejos de Pentecostés y las fiestas de la Virgen se unen a la Fiesta de la Ascensión de Jesús al cielo y a la Fiesta del Corpus Christi -también durante este mes- para expresar,  por un lado, que nuestra humanidad aspira a lo más alto -condición relevante que no debemos olvidar- y, por otro, que Jesús se comprometió a acompañarnos siempre mientras recorremos esta vida terrena, haciéndose presente con su Cuerpo y Su Sangre, la Eucaristía o “Pan del Peregrino”, renovación de su Alianza para el perdón de los pecados y signo esencial de la misericordia de Dios.

Que estas Fiestas sean para nosotros motivo de alegría y crecimiento en nuestro ser cristiano como discípulos de Jesús. Y que Él nos bendiga siempre.

viernes, 6 de mayo de 2016

Amoris Laetitia

LA FAMILIA ES REFLEJO DE LA TRINIDAD

“El Dios Trinidad es comunión de amor, y la familia es su reflejo viviente.
Nuestro Dios, en su misterio más íntimo, no es una soledad, sino una familia, puesto que lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor, en la familia divina, es el Espíritu Santo”


Amoris Laetitia, 11 (Exhortación Apostólica sobre el amor y la familia del Papa Francisco)