miércoles, 12 de agosto de 2015

Capilla Espíritu Santo

La Comunidad del Espíritu Santo es pequeña y le cuesta crecer. Si bien este año se han anotado varios chicos para la Iniciación cristiana, sus padres no sienten la importancia de la enseñanza y el deseo de Jesús: “que todos sean uno, como Tú y Yo Padre, somos uno”.
Muchas veces se piensa que se es cristiano por el simple hecho de haber recibido las aguas bautismales y haber hecho la Primera Comunión (“la confirmación no tiene demasiada importancia”, se cree). Pero como ya en el siglo III decía Tertuliano: “cristianos no se nace, se hace”.
Verdaderamente, los ritos sacramentales, si se reciben sin un significado y una vivencia, no producen absolutamente nada, ya que no son cosas mágicas. Ser cristiano, ser seguidores de Jesús, sus discípulos, implica “estar unidos a Él, escucharlo, seguirlo y vivir sus enseñanzas”: para esto ha sido enviado por el Padre.
Tal vez todo esto se entiende, pero no interesa vivirlo. Y aún hay algo más comprometedor y que ayuda a vivir unidos a Jesús..., y es “ser Comunidad”, pues, como nos enseña el Hijo de Dios: “donde hay dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Esto es ser  “Iglesia”, “Pueblo de Dios”, “su Familia”. Y es en este ambiente de familia que tenemos que ir construyéndola, entre todos, con convencimiento, para ir haciéndonos cristianos.
En resumen: la Comunidad cristiana tiene tres pilares: el culto o Liturgia, que son las celebraciones de alabanza, agradecimiento, petición, donde todos somos celebrantes; el conocimiento de la Palabra de Dios por medio de la catequesis (y no sólo la de los niños sino -y fundamentalmente- la de los adultos); y, por último, la Caridad, que es el amor mutuo de los creyentes expresado en el compartir, sostenerse, ayudarse para vivir los valores del Evangelio y así ir construyendo una Humanidad Nueva.

El Espíritu Santo es el alma de todo esto. Por eso esperamos que nuestra querida Capilla pueda reflejar siempre ese Espíritu para bien de los vecinos y de toda la Comunidad Parroquial

jueves, 6 de agosto de 2015

Capítulo V: Evangelizadores con espíritu

- “Una evangelización con espíritu es muy diferente de un conjunto de tareas vividas como una obligación pesada que simplemente se tolera, o se sobrelleva como algo que contradice las propias inclinaciones y deseos. ¡Cómo quisiera encontrar las palabras para alentar una etapa evangelizadora más fervorosa, alegre, generosa, audaz, llena de amor hasta el fin y de vida contagiosa! Pero sé que ninguna motivación será suficiente si no arde en los corazones el fuego del Espíritu” (n. 261).
- “La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirmeYo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma, esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás. Pero si uno separa la tarea por una parte y la propia privacidad por otra, todo se vuelve gris y estará permanentemente buscando reconocimientos o defendiendo sus propias necesidades. Dejará de ser pueblo” (n. 273).

- “Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo (Hch 1,14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización. (…) Hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes” (nn. 284 y 288).

lunes, 3 de agosto de 2015

El Rincón de la Catequesis

CATEQUESIS  DEL PAPA  FRANCISCO SOBRE EL PRECIO QUE LOS NIÑOS PAGAN POR UNIONES INMADURAS Y SEPARACIONES IRRESPONSABLES
 
El Santo Padre afirma que los niños pagan el precio de 'uniones inmaduras y de separaciones irresponsables'. El Señor juzga nuestra vida escuchando lo que refieren los ángeles de los niños

“Una vez Jesús regañó a sus discípulos porque alejaban a los niños que los padres le llevaban para que les bendijera”. Es conmovedora la narración evangélica: “Le trajeron entonces a unos niños para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús les dijo: ’Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos. Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí”. ¡Qué bonita esa confianza de los padres, y esta respuesta de Jesús! ¡Cómo quisiera que esta página se convirtiera en la historia normal de todos los niños!
Es verdad que gracias a Dios los niños con graves dificultades encuentran muy a menudo padres extraordinarios, preparados para cualquier tipo de sacrificio y de generosidad. ¡Pero no se debería dejar solos a estos padres!, deberíamos acompañar su fatiga, pero también ofrecerles momentos de alegría compartida y de alegría despreocupada, para que no sean presos solo de la rutina terapéutica.
Cuando se trata de los niños, en cualquier caso, no se deberían escuchar esas fórmulas de la defensa legal de oficina tipo: “Después de todo, no somos una organización benéfica” o “En lo privado, cada uno es libre de hacer lo que quiere” o también “Lo sentimos, no podemos hacer nada”. Estas palabras no sirven cuando se trata de niños.
Demasiado a menudo en los niños recaen los efectos de la vida de un trabajo precario o mal pagado, de horarios insostenibles, de transportes ineficientes… Pero los niños pagan también el precio de uniones inmaduras y de separaciones irresponsables, son las primeras víctimas. Sufren los resultados de la cultura de los derechos subjetivos exasperados, y se convierten después en hijos más precoces. A menudo absorben una violencia que no son capaces de “disponer”, y bajo los ojos de los de los grandes están obligados a acostumbrarse a la degradación.
También en esta época, como en el pasado, la Iglesia pone su maternidad al servicio de los niños y de sus familias. A los padres y a los hijos de este nuestro mundo lleva la bendición de Dios, la ternura materna, el reproche firme y la condena decidida. Hermanos y hermanas, pensemos bien: ¡Con los niños no se bromea!
Pensemos como sería una sociedad que decidiera, de una vez por todas, establecer este principio: “Es verdad que nos somos perfectos y que cometemos muchos errores. Pero cuando se trata de los niños que vienen al mundo, ningún sacrificio de los adultos se juzgará demasiado costoso o demasiado grande, para evitar que un niño piense que es un error, que no vale nada y estar abandonado a las heridas de la vida y a la prepotencia de los hombres”. Que bonita sería esta sociedad.  Yo creo que a esta sociedad, mucho le sería perdonado por sus innumerables errores. Mucho, de verdad.
El Señor juzga nuestra vida escuchando lo que refieren los ángeles de los niños, ángeles que “ven siempre el rostro del Padre que está en los cielos". Preguntémonos siempre: ¿Qué contarán a Dios de nosotros estos ángeles de los niños?”  


                                                 Ciudad del Vaticano, 08 de abril de 2015

domingo, 2 de agosto de 2015

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL HOMBRE Y LA MUJER


COMO DON DE DIOS A LA HUMANIDAD  (1º parte)
 
     ¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días! La catequesis de hoy está dedicada a un tema central: el gran don que Dios dio a la humanidad con la creación del hombre y de la mujer y con el sacramento del matrimonio. Esta catequesis y la próxima se refieren a la diferencia y a la complementariedad entre el hombre y la mujer, que están en la cumbre de la creación divina; las próximas dos serán sobre el tema del matrimonio.
     Iniciamos con un breve comentario a la primera narración sobre la creación, en el libro del Génesis. Aquí leemos que Dios, después de haber creado el universo y a todos los seres vivientes, creó su obra maestra, o sea el ser humano, que hizo a su propia imagen: “A imagen de Dios los creó: varón y mujer los creó”. (Gen 1,27). Así dice el libro del Génesis.
     Como todos sabemos, la diferencia sexual está presente en muchas formas de vida, en la amplia escala de los vivientes. Pero solamente el hombre y la mujer llevan en sí la imagen y semejanza de Dios: ¡el texto bíblico lo repite nada menos que tres veces en dos estrofas (26-27)!
      El hombre y la mujer son creados a imagen y semejanza de Dios. Esto nos dice que no solamente el hombre en sí es creado a imagen de Dios, no solamente la mujer tomada en sí es creada a imagen de Dios, también el hombre y la mujer como pareja, lo son a imagen y semejanza de Dios. La diferencia entre hombre y mujer no es contraposición, o la subordinación, es comunión y generación, siempre a imagen y semejanza de Dios.
     La experiencia nos enseña: para conocerse bien y crecer armónicamente el ser humano tiene necesidad de la reciprocidad entre hombre y mujer. Cuando esto no sucede, se ven las consecuencias. Estamos hechos para escucharnos y ayudarnos mutuamente. Podemos decir que sin en enriquecimiento recíproco en esta relación “en el pensamiento y en la acción, en los afectos y en el trabajo, y también en la fe” los dos no pueden ni siquiera entender hasta el fondo qué significa ser hombre y mujer.
 (Continuará…)


sábado, 1 de agosto de 2015

CELEBRACIONES EN AGOSTO

4 de agosto: DÍA DEL PÁRROCO
En el día de la Memoria del Cura de Ars, San Juan María Vianney, se celebra del día del Párroco. Se trata -antes que de una fiesta- de una oportunidad, para todos los cristianos, para reflexionar y tomar conciencia sobre lo que el párroco es y lo que significa en la Iglesia:
- En primer lugar, no es quien “representa” a Cristo, sino la persona que “hace presente a Cristo”; dos cosas bien distintas, que, si no se entienden, deben consultarse responsablemente.
- En segundo lugar, párroco es también el que hace presente al Obispo de la Diócesis en las distintas comunidades puesto que el Obispo, único responsable de la Iglesia diocesana, no puede estar presente en todas ellas. El párroco actúa en nombre del Obispo y estando en comunión con él.
- En tercer lugar, el sacerdote es un cristiano con todas las limitaciones humanas comunes a los todas las personas, que ha sido llamado por Jesús a través de la Iglesia para ser puente entre Dios y los hombres y viceversa. Ha sido convocado especialmente a efectos de dos claros objetivos: “anunciar la Palabra de Dios y alimentar la vida cristiana con los Sacramentos”.
- En cuarto lugar, el Párroco es quien hace presente a Jesús, el “buen pastor”, para guiar, conducir, corregir, aliviar, curar y sanar a los que están heridos y sienten necesidad de todo esto.
- En quinto lugar, tiene que animar a la Comunidad Cristiana para que se sienta responsable en la misión que Jesús ha comunicado a cada uno de los que la integran.
Si el párroco en una comunidad es el que tiene que hacer todo y si sobre él se descargan las propias responsabilidades a partir de los dones recibidos, estamos bien lejos de lo que Jesús quiere para su Pueblo. Nadie tendría que ser “pasivo” en la Comunidad. Cada uno -de acuerdo a su situación- está invitado (pero nunca obligado) a prestar su colaboración. Esto en cuanto a la difusión de la Palabra, de la Caridad, del Culto, de la Economía, etc.
Entonces, para que todo esto -que no es todo- se pueda realizar, recemos los unos por los otros, por el párroco circunstancial y para que tomemos conciencia de lo importante y grande que es “ser la familia de Jesús” en nuestra comunidad.

8 de agosto: DÍA DEL DIACONO
Tal como se está haciendo todos los años, la Celebración y Fiesta de los Diáconos Permanentes de nuestra diócesis se realizará en nuestra Parroquia. Para la ocasión estará presente nuestro obispo Mons. Rubén Frassia.
Estos festejos constan de dos partes: la primera es la celebración Eucarística presidida por nuestro obispo a las 20 hs.; la segunda parte es el encuentro fraterno con todos ellos y sus familias. Nuestra Comunidad, como anfitriona, está invitada de una manera especial.
Como se celebra un sábado se suspende la misa de las 18 hs. para dar lugar al acontecimiento de la celebración de las 20 hs.
Para el encuentro fraterno es importante contactarse con el Diácono José Oggioni para reservar la entrada.

21 de agosto: DÍA DEL CATEQUISTA
El “servicio del Catequista” tiene dos aristas: servir a Jesús continuando su obra evangelizadora y servir a los catecúmenos y a sus padres acompañándolos en el camino que los hará cristianos por elección.
Es una tarea difícil hoy en día; sobre todo porque las cosas de Jesús no interesan demasiado y estamos más ocupados por las cosas humanas (egoísmo, individualismo, intereses, etc.). Por eso, al Catequista se le pide “interés, actualización, fantasía, imaginación, dedicación, estudio y conocimiento, profundización, vida de oración “bíblica” (escuchar, rumiar, responder),  pero sobre todo trabajar juntos y no un “cortarse solos”. El servicio del Catequista es fundamental para el crecimiento de la Comunidad y tomarlo así es “amar a la Iglesia”.
¿Y de parte de la Comunidad? Lo fundamental es, ante todo, rezar por los Catequistas, interesarse por ellos/as, ser acogedores de los padres de los catecúmenos: “de cómo ustedes se amen, reconocerán que son mis discípulos”. La Catequesis no es un “apéndice” de la Comunidad, sino una de las actividades-servicio más importantes.

5 de setiembre: PEREGRINACIÓN DIOCESANA A LA VIRGEN DE LUJAN
Todos estamos invitados a este encuentro con la Virgen María. Debemos ir pensando sobre la participación y la preparación para que la Peregrinación sea el signo del “caminar” en la vida cristiana, acompañados por la Madre María. Si le damos el sentido que se merece, nos enriquecerá interiormente y como comunidad. Interesemos también a nuestras amistades y familiares, podemos ser “instrumentos” para que otras personas se encuentren con Jesús por medio de la intercesión de María.
Se avisará en breve sobre el desarrollo de la misma y la venta de los pasajes.
¡PARTICIPEMOS!