Propiciar
el diálogo, la inquietud por conocer por medio de encuentros, mateadas,
cine
debate y en las actividades normales de la comunidad.
La fe la tenemos que fortalecer. No se puede vivir
de rentas y pensando que con lo aprendido en el catecismo podemos dar
respuestas a las situaciones conflictivas de hoy. De hecho, el abandono de la
vida cristiana o de la Iglesia se debe precisamente a no tener ideas claras
sobre el mensaje de Jesús, a no habernos comprometido con él y a no ser lo
suficientemente fuertes para resistir a una cultura superficial, relativista,
egoísta e individualista. Todo esto está cada vez más claro.
Nadie se
pregunta: ¿por qué hoy los jóvenes “cristianos” no celebran el Sacramento del
Matrimonio?; ¿por qué las “separaciones” o divorcios” están a la orden del
día?; ¿por qué la celebración del Sacramento del Bautismo se lo asocia como un
agregado al primer añito de los niños?; ¿Por qué los que termina su Iniciación
Cristiana generalmente no regresan más a la Comunidad?
Ser cristianos no es fácil; ya lo decía Jesús: “el
que quiera seguirme, que tome la cruz y me siga”; “traten de entrar por la
puerta estrecha”. Por eso que el “ser cristianos” es un don de Jesús pero que exige
nuestra respuesta consciente y responsable que en algún momento tenemos que
dar. ¡No es suficiente haber recibido los sacramentos!
Como comunidad estamos tratando de generar
propuestas para fortalecer la fe. Pero también esperamos propuestas y compromiso,
ganas, interés, participación.
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