Recordemos que la Parroquia no tiene subvención
estatal, ni eclesial. Mantiene todas sus actividades y estructuras con el
aporte de la Comunidad. Muchas se realizan gratuitamente, como por ejemplo la
Catequesis, otras son de alguna manera retribuidas. La estructura hay que
mantenerla (de esto todos tenemos experiencia).
Las posibilidades, como ya se dijo en
otra oportunidad, son las de las colectas de las celebraciones (¿$2 son todavía
expresión de nuestra preocupación por nuestra parroquia?); el UNESMO
(compromiso mensual de aportar el 1% de nuestro sueldo); la colaboración
familiar con la entrega del Boletín en las casas, especie de socios o “amigos de la parroquia”; participando en
la actividades que se organizan sea para encontrarnos como para colaborar
económicamente.
Agradecemos
a todos los que demuestran interés (la mayoría de las veces silencioso) en este
aspecto y colaborando desinteresadamente en ofrecer sus servicios en los
distintos arreglos.
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