Queridas
familias:
Ya volvemos a la realidad después de un tiempo
de receso; todo retoma su ritmo. Así también nuestra Parroquia con sus
actividades normales. Y comenzamos precisamente con el “Tiempo de Cuaresma”,
este tiempo “esperanzador” que tiene como meta la Pascua: la de Jesús y la
nuestra.
Como ya les dije a fines del año pasado
-cuando comenzaba el Adviento- nosotros los cristianos estamos invitados a
dejarnos guiar por el ciclo litúrgico: es pedagógico en el crecimiento y en la
vivencia de la fe cristiana. Este ritmo ayuda a insertar en nuestra vida en
general la presencia de Jesús de manera que, como dice la conclusión de toda
plegaria Eucarística, todo lo hacemos “Por Cristo, con Cristo y en Cristo…”
No dudo de que esta manera de ver la vida exige
un cambio de mentalidad y también es una opción/decisión que, para tomarla,
exige el conocimiento del Proyecto de Dios realizado en Cristo, como la
pedagogía dos veces milenaria de la Iglesia. Y así como la presencia del Hijo
de Dios, Jesús, dividió la historia humana en dos, así también, esa misma
presencia en la fe está en función de abandonar al “hombre viejo para
revestirnos del hombre nuevo”. Es precisamente en la Pascua que se nos da la
posibilidad de este nuevo nacimiento con todo lo que ello implica. ¿Difícil la
cosa? Ya lo creo, y más con los tiempos que corren y las costumbres que son
callosas en nosotros, pero solo una fe de calidad nos puede sacudir de la
modorra espiritual. Por suerte la esperanza cristiana es un don sobrenatural y
por lo tanto siempre estará presente para sostenernos en las dificultades y
para animarnos cuando nos decidamos a orientar nuestra vida.
Dejémonos guiar en estos cuarenta días por la
Palabra de Dios que nos será ofrecida; seremos ayudados también por la “Palabra
hecha carne”, la Eucaristía y por las demás propuestas que la Parroquia
formulará durante este ciclo.
Confiemos como María y, como ella,
permanezcamos también al ladito de su Hijo Jesús.
Que Dios nos bendiga y manifieste siempre su
Misericordia para con cada uno y para con nuestra Comunidad. ¡Buena Cuaresma!