El año que comenzamos es una buena oportunidad para profundizar el
tema del MATRIMONIO Y LA FAMILIA , y para tratar de “evangelizarlo” (considerándolo
la buena noticia de que no todo está perdido y de que este sacramento se puede
insertar en el proyecto de Dios, que nos realiza y diviniza). Para esta tarea
contamos con el cuestionario del Vaticano y con el próximo Sínodo
Extraordinario acerca del tema.
El tiempo de ADVIENTO es un
tiempo de preparación: la de cada uno, la de la familia a la que pertenecemos y
la de la Comunidad
que hemos elegido para ser el ambiente en el que pueda nacer nuevamente Jesús.
Hablar de Matrimonio es hacer referencia a la unión de un hombre con
una mujer según el designio de Dios en la creación, donde lo humano fue creado
“muy bueno” y es llevado a su plenitud cuando viene asumido por Cristo como
“sacramento”. La Palabra
de Dios nos dice que esta unión humana se convierte en un “gran misterio
(sacramento) y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia ” (Efesios 5,32). El
matrimonio es el signo visible del amor de Dios hacia la Iglesia.
Hay un gran entusiasmo e interés con relación al cuestionario que
desde la Santa Sede
se hace llegar a todos los católicos con relación a estos temas del Matrimonio
y la Familia. Es
evidente que este tema es importante y hay que encararlo en función de la
situación de la cultura de hoy. Está de más decir que la familia es la célula
de la sociedad y si la célula está enferma la sociedad está enferma. ¿Acaso no
es ésta la situación actual?
Mirando la inmediata Navidad, según la Biblia , Jesús quiso nacer
en el seno de un matrimonio, ser parte de una familia y vivir sujeto a ella. Y
no se trata de un tema cultural de la época… Desde la familia Él “tenía que
ocuparse de los asuntos de su Padre” (Lc.2, 49). En esa familia, “Jesús iba
creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los
hombres” (Lc 2, 52).
Como dijimos, el matrimonio y la familia son “sacramento”; dentro de
esta realidad humana está el verdadero significado: “Cristo y la Iglesia ”. Por eso, si es
necesario replantearnos el tema matrimonial y familiar visible, también tenemos
que replantearnos el tema de nuestra vida comunitaria y su relación con Cristo
desde una mirada de fe. Pues lo uno llevará a lo otro.
Para seguir reflexionando en profundidad este tema, nos puede ayudar
mucho el artículo “La Iglesia
santa”, una catequesis del Papa Francisco, que aparece en este boletín.
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