lunes, 2 de diciembre de 2013

DIOS AMA TANTO AL MUNDO QUE ENVIA A SU HIJO ÚNICO

Queridas familias:
            Comenzamos un nuevo año litúrgico-pastoral, es decir, una nueva etapa en nuestro “camino” como discípulos y misioneros (tal cual desea nuestro Papa Francisco). ¡Y qué bien que lo comenzamos con el Adviento, con la Fiesta de la Inmaculada y con las Fiestas Navideñas! sobre todo si consideramos que constituyen momentos de “gracia de Dios” en lo ordinario de nuestra vida, esto es, oportunidades que se nos ofrecen para no vivir en la rutina, sino eventos que marcan el sentido de nuestra vida. Los que ya estamos en el camino podemos fortalecernos; los que deseen comenzar o re-comenzar sepan que el Padre bueno y misericordioso los está esperando con los brazos abiertos, así como nos lo ha enseñado el evangelista Lucas en la etapa que finalizó. Todos están invitados a la Fiesta de la Comunión con Él.

            Adviento: es el tiempo de preparación, de fortalecimiento, de adhesión al Proyecto de Amor de Dios que nos regala a su Hijo desde la misma condición humana. Nos preparamos a re-vivir la navidad, y con ella al Dios hecho hombre que es el Salvador, quien nos comunicará la verdad sobre nosotros mismos y sobre nuestro destino desde la Encarnación (hacerse carne). La palabra “adviento” quiere decir “espera”, una espera que no haremos de brazos cruzados, sino que deberá ser activa, comprometida, con gestos concretos de adhesión. Serán cuatro semanas cortitas pero intensas y esto dependerá mucho de cada uno.

            Fiesta de la Inmaculada: el adviento está marcado y sostenido por María, particularmente presente en la Fiesta de la Inmaculada Concepción y en la Natividad de Jesús. María es el “modelo” no solo del cristiano sino también de la Iglesia -que está también llamada a ser “inmaculada” y que lo será si reconoce en sus miembros la propia “miseria” y la “misericordia” que es la que “obra grandes cosas”. Este tiempo es, además, de “penitencia”, es decir, nos invita a un cambio, cambio que no haremos nosotros, sino Dios misericordioso cuando reconozcamos y pidamos perdón por nuestras miserias.

            Navidad: es, en pocas palabras, una fiesta de la Iglesia antes que de la familia. En la familia tendrá su plenitud si sabemos celebrar este nacimiento en la comunidad de una manera cristiana sin correr el peligro de que la cultura materialista y consumista que nos rodea opaque la auténtica Navidad haciéndole perder su verdadero sentido.


            A todos les deseo que este comienzo de una nueva etapa nos de la serenidad y la alegría de sabernos amados por Dios.

A TODOS LES DESEAMOS UNA FELIZ NAVIDAD



Que Jesús, el Hijo de Dios,
los acompañe con su Mensaje de Salvación
y los fortalezca con su amor

para superar las dificultades de la vida diaria.

ADVIENTO Y FAMILIA

El año que comenzamos es una buena oportunidad para profundizar el tema del MATRIMONIO Y LA FAMILIA, y  para tratar de “evangelizarlo” (considerándolo la buena noticia de que no todo está perdido y de que este sacramento se puede insertar en el proyecto de Dios, que nos realiza y diviniza). Para esta tarea contamos con el cuestionario del Vaticano y con el próximo Sínodo Extraordinario acerca del tema.

El tiempo de ADVIENTO es un tiempo de preparación: la de cada uno, la de la familia a la que pertenecemos y la de la Comunidad que hemos elegido para ser el ambiente en el que pueda nacer nuevamente Jesús.

Hablar de Matrimonio es hacer referencia a la unión de un hombre con una mujer según el designio de Dios en la creación, donde lo humano fue creado “muy bueno” y es llevado a su plenitud cuando viene asumido por Cristo como “sacramento”. La Palabra de Dios nos dice que esta unión humana se convierte en un “gran misterio (sacramento) y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia” (Efesios 5,32). El matrimonio es el signo visible del amor de Dios hacia la Iglesia.

Hay un gran entusiasmo e interés con relación al cuestionario que desde la Santa Sede se hace llegar a todos los católicos con relación a estos temas del Matrimonio y la Familia. Es evidente que este tema es importante y hay que encararlo en función de la situación de la cultura de hoy. Está de más decir que la familia es la célula de la sociedad y si la célula está enferma la sociedad está enferma. ¿Acaso no es ésta la situación actual?

Mirando la inmediata Navidad, según la Biblia, Jesús quiso nacer en el seno de un matrimonio, ser parte de una familia y vivir sujeto a ella. Y no se trata de un tema cultural de la época… Desde la familia Él “tenía que ocuparse de los asuntos de su Padre” (Lc.2, 49). En esa familia, “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres” (Lc 2, 52).

Como dijimos, el matrimonio y la familia son “sacramento”; dentro de esta realidad humana está el verdadero significado: “Cristo y la Iglesia”. Por eso, si es necesario replantearnos el tema matrimonial y familiar visible, también tenemos que replantearnos el tema de nuestra vida comunitaria y su relación con Cristo desde una mirada de fe. Pues lo uno llevará a lo otro.

Para seguir reflexionando en profundidad este tema, nos puede ayudar mucho el artículo “La Iglesia santa”, una catequesis del Papa Francisco, que aparece en este boletín.


CAPILLA ESPÍRITU SANTO

Y llegamos al final del año… ¡Cuántos gratos momentos hemos disfrutado juntos! Hace apenas unos días celebrábamos en comunidad y fraternalmente la fiesta de Cristo Rey y el fin del año litúrgico.

Haciendo un balance de lo que este año experimentamos, es nuestro deseo que podamos atesorar en nuestros corazones todo lo vivido, para que Dios nos ayude a seguir poniendo nuestro mejor esfuerzo a efectos de lograr el bien común, de colaborar con quienes nos necesiten y de seguir construyendo esta comunidad en unidad y paz. Que cuando vean a esta comunidad sepan que su centro y fundamento es Cristo Jesús.
 
¡Gracias a todos los colaboradores que nos acompañaron a lo largo de este año! ¡Que el Espíritu Santo los proteja y acompañe siempre!

Y ¡muy feliz año nuevo!: preparemos en este adviento un pesebre en nuestro corazón para que Jesús obre en él, seamos dóciles a su amor.

           Por otra parte, les comunicamos que seguimos juntando objetos de bronce para la futura campana: recuerden a vecinos, familiares y conocidos que todo es bienvenido: llaves, picaportes, marcos de cuadros, adornos, etc.

¡Gracias por colaborar!

EL EVANGELIO DE MATEO

El evangelio de Mateo es el que particularmente nos acompañará durante este nuevo año. Este evangelio fue escrito para los cristianos que procedían del judaísmo y, por  tanto, que conocían el Antiguo Testamento y todo lo referente a las leyes y prescripciones judías, de ahí todas las referencias que hace el evangelista sobre estos temas.
     En el Evangelio de Mateo se entremezcla lo que es típicamente tradición de Jesús y lo que produjo la predicación apostólica.
     En este Evangelio se puede ver cómo la Iglesia es el Nuevo Pueblo de Dios o de la Nueva y Eterna Alianza ya anunciado en el Antiguo Testamento. Por tanto, se estructura de una manera eclesiológica.
     Según la tradición, este evangelio era una catequesis sobre la vida interna de la Comunidad cristiana. Por este motivo nos ayudará a tomar conciencia de que somos la Familia o Pueblo de Dios; a cambiar y consolidar las relaciones internas; a buscar un “abrir las puertas y los corazones” para superar las diferencias y todo aquello que a los hombres los aparta del Dios verdadero.


El Rincón de la Catequesis

La Iglesia santa: catequesis del Papa Francisco

En el 'Credo', después de expresar: 'Creo en la Iglesia: una', añadimos inmediatamente el adjetivo 'santa'; en este momento afirmamos, por tanto, la santidad de la Iglesia, y esta es una característica que ha estado presente desde el inicio en la conciencia de los primeros cristianos, que se llamaban simplemente 'los santos'  (cfr. At 9,13.32.41; Rm 8,27; 1 Cor. 6,1) porque tenían la certeza de que es la acción de Dios, el Espíritu Santo, lo que santifica la Iglesia.
Pero ¿en qué sentido la Iglesia es santa si vemos que su versión histórica, en su camino a lo largo de los siglos, ha tenido tantas dificultades, problemas, momentos oscuros? ¿Cómo puede ser santa una Iglesia hecha de seres humanos, de pecadores?: hombres pecadores, mujeres pecadoras, sacerdotes pecadores, monjas pecadoras, obispos pecadores, cardenales pecadores, papas pecadores. Todos. ¿Cómo puede ser santa una Iglesia así?
1. Para responder estas preguntas quisiera guiarme por un fragmento de la Carta de san Pablo a los cristianos de Éfeso. El apóstol, tomando como ejemplo las relaciones familiares, afirma que "Cristo ha amado la Iglesia y se ha dado a sí mismo por ella, para hacerla santa" (5,25-26). Es decir, Cristo la ha amado donándose a sí mismo en la cruz. Por tanto, la Iglesia es santa porque procede de Dios, que es santo, que le es fiel y no la abandona en poder de la muerte y del mal (cfr. Mt 16,18), y que está unido de forma indisoluble a ella (cfr. Mt 28,20). La Iglesia es santa porque está guiada por el Espíritu Santo que purifica, transforma, renueva. No es santa por nuestros méritos, sino porque Dios la hace santa, porque es fruto del Espíritu Santo y de sus dones. No la hacemos santa nosotros, sino Dios, el Espíritu Santo, en su amor.

CELEBRACIONES NAVIDEÑAS


Agradecimientos

   
 Ya que se acerca el fin de año es muy bueno agradecer a todos los que nos han acompañado: los avisadores, los colaboradores, los que día a día ponen el codo para bien de la Comunidad y de sus obras.
     El reconocimiento más grande, más allá del agradecimiento nuestro, viene de Dios que nunca se deja ganar en generosidad.

     Que todos puedan siempre experimentar que el Amor de Dios nunca falla ya que todo lo que hacemos lo hacemos, sobre todo, por amor a Él.

COLECTA APORTE DIOCESANO



            El día de Navidad se realiza a colecta diocesana para contribuir con el mantenimiento de nuestra Diócesis (sus instituciones). La misma puede realizar su cometido con el aporte de todas las comunidades parroquiales diocesanas. El obispo nos pide este esfuerzo: es una manera de vivir la solidaridad en la Iglesia que nos dice “que debemos contribuir a su mantenimiento”.

COLECTA DE ALIMENTOS NAVIDEÑOS

Los días 14 y 15 de diciembre tendrá lugar el “Día de la Caridad”: en las Celebraciones Litúrgicas se realizará la COLECTA DE ALIMENTOS y se solicita  incluir algunos artículos característicos de Navidad para compartir con las familias con las que Caritas colabora.