martes, 4 de septiembre de 2012

¡LA PALABRA SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS!




Queridas familias:
El mes de septiembre está fuertemente marcado por la intención de volver a colocar la Palabra de Dios en el centro de nuestra vida como punto de referencia permanente. Ella es “rica y eficaz”, y además, inamovible. De hecho, Jesús mismo la compara con una “roca” sobre la que se edifica una casa o vida (Mt.7, 24). Podríamos decir que la Palabra (identificada con Jesús por el Evangelista Juan en Jn. 1, 14: ‘La Palabra se hizo carne’) es una especie de “constitución” (como ley suprema) de la comunidad creyente o Iglesia, aunque se diferencia de las constituciones nacionales, porque, ya sean buenas o malas, estas cambian según las conveniencias, las distintas culturas, las necesidades, etc. Por el contrario, para los cristianos la Palabra de Dios es una roca sobre la que edificamos nuestras vidas y la nos da la seguridad de caminar en el Proyecto de Dios.

Septiembre Mes de la Biblia


Durante todo el mes de Setiembre,
 la Iglesia celebra el mes de la Biblia. La intención es que durante este mes nos acerquemos con especial atención al Libro Sagrado, y, a partir de allí, hacer de la lectura, de la reflexión y de la práctica de la Palabra una experiencia diaria de comunicación con Dios.



Colaborando con este objetivo la Librería Parroquial ofrece, durante el mes de Setiembre, la edición bíblica
 El libro del Pueblo de Dios  a solo $60.
Acercate a la Librería Parroquial
para aprovechar esta oportunidad.

Capilla Espíritu Santo


El próximo 19 celebraremos el 12° aniversario de la consagración del templo al Espíritu Santo. Durante estos años hemos tenido tristezas y alegrías…
Tristeza, por los miembros que ya no están físicamente con nosotros, muchos de ellos trabajaron sin cansancio para que está capilla sea una realidad. Hoy nos consuela saber que desde un lugar celestial nos acompañan y nos dan fuerza para seguir el camino.
Tristeza también por aquellos que se encuentran alejados por distintos motivos; algunos de ellos colaboraron desde los inicios, cuando el templo era un proyecto. A todos seguimos recordando con afecto, sin perder la esperanza de ver algún día su regreso…
Alegrías, por los niños que recibieron su bautismo, por los que pasaron por la catequesis y recibieron los sacramentos de la Confirmación y la Eucaristía, por los hermanos que decidieron casarse en nuestro templo y por todos aquellos que en el transcurrir de estos años se han unido a la comunidad.

Simón Quirós




LA GRANDEZA DE TU CORAZÓN SE MIDE POR TU SENCILLEZ


SIMON pequeño gran hombre,
silencioso, sencillo y perseverante.
Preocupado y ocupado en vivir el proyecto de Dios,
trasmitiendo su palabra a los más necesitados,
dando testimonio con su  servicio.
Partiste el pasado 30 de mayo, pero nos dejaste tu vida como ejemplo.
Te recordaremos siempre,
que tu alma repose en paz, a la diestra de nuestro Señor.

Desde Italia


Al recibir este boletín ya habrá pasado un mes de mi llegada a Italia para compartir la realidad diocesana de Brescia y además para fortalecer los lazos familiares. Es un momento de “gracia” y también, por qué no, de renovación: tomar distancia y ver desde afuera la realidad del día a día hace bien y es una ayuda.
El calor de este mes es típico en esta zona, sobre todo en la llanura llamada “padana” -no por los quesos, sino por el río Po. Pero ahí nomás está el comienzo de los Alpes, anticipado por una zona de colinas, muy verde; esta zona es rica en vinos y sembrados de todo tipo y esta ya es la época de la cosecha. Al calor se lo puede dejar atrás subiendo a algunos de los montes que rodean ese pueblito.

PARA RECORDAR


La Eucaristía es “La Palabra que se hace Carne”. Es un misterio, entendiendo por “misterio” la decisión de Dios de hacer lo imposible para que el hombre sea feliz por la comunión con Él y con los demás. Este “proyecto de salvación” nos incluye no solo como objeto sino que también nos incluye como sujetos. ¿Qué es esto? Ciertamente somos objeto del amor de Dios, que no solo nos ama como un Padre bueno sabe hacerlo, sino que también nos incluye en ese proyecto uniéndonos a su Hijo Jesús, identificándonos con Él para que, en esa unidad, continuemos su obra, esto es, que todos los hombres por medio nuestro, puedan conocer el amor de Dios, puedan dejarse amar por Él para vivir la Unidad. La Eucaristía tiene como sujeto “a nosotros” y como objeto, “a ustedes”. Su fin es cambiar la historia de los hombres. Sin embargo, así como la vemos hoy ¿será posible? Claro que sí, pero no por nosotros y nuestras fuerzas y capacidades, sino por medio de Dios y una Alianza Nueva y Eterna. Esto es suficiente para que nos entusiasmemos, confiemos y hagamos todo lo posible para que, alimentados con el Pan de Vida, hagamos llegar la “savia de Dios” a los demás para que sean fruto de ese amor de Dios.

lunes, 3 de septiembre de 2012

EL RINCON DE LA CATEQUESIS


El Pecado. Nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica nº 1849: “Es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna”.
La razón nos hace descubrir lo que está bien y lo que está mal (lo bueno y lo malo). No hace falta ser creyentes para ello: es una realidad escrita en el corazón (interioridad) de todo hombre.
La verdad nunca es subjetiva, no la posee una sola mente. Para que se pueda afirmar que algo es verdad tengo que mirar hacia afuera, es externa a mi conocimiento, que nunca puede abarcar el todo.
La conciencia recta es seguir aquello que, escrito en la interioridad del hombre, se me presenta como bueno. Se habla de “recta” lo que indica que toda conciencia se tiene que desarrollar, crecer, precisamente para no justificar permanentemente mis actos contrarios a la razón y a la verdad.

EL BAUTISMO (9)


La Unción con el Crisma: Es un signo que manifiesta con mayor claridad lo que sucede con el Bautismo cuando se comienza el proceso para llegar a ser hijos de Dios, miembros de su familia (la Iglesia), y vernos libres de todo pecado. La palabra “crisma” viene de “Cristo”. Se indica entonces que el ser “hijos de Dios” que se  realiza en el “yo te bautizo…” tiene como objetivo y meta el identificarnos con Cristo, único y verdadero Hijo de Dios. Con el bautismo nos hacemos una única realidad con Cristo. Esto se pone de manifiesto con la “unción” que nos identifica con Él. ¿De qué manera?: siendo “sacerdotes, profetas y reyes”
“Sacerdote”: como Jesús, nos ofrecemos al Padre celestial, estamos en intima relación con Él, somos puente entre Dios y los hombres; “hacemos presente al Dios de la vida”.
“Profeta”: como Jesús en cuanto anunciador del amor de Dios para todos, la novedad esencial del mensaje de Jesús.
“Rey”: el Hombre es lo más importante de la obra creadora de Dios, todo lo creó Dios para el hombre; lo puso sobre todas las cosas. Por supuesto que la palabra “rey” aquí usada no tiene mucho que ver con los “reyes” tal como aún existen y su manera de serlo.
El bautizado podrá comprender estas características solamente si es educado para esto, como ya hemos dicho anteriormente, por sus padres, padrinos y la Comunidad Cristiana. Además de comprender el significado de esta unción, tenemos que tomar conciencia de  todo un camino a realizar a lo largo de toda la vida.

PREPARANDO EL AÑO DE LA FE


El Papa convocó (“Porta Fidei”) un Año de la fe que comenzará el 11 de octubre del corriente año, al cumplirse el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y terminará el 24 de Noviembre del 2013, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
El objetivo es poder adquirir una «exacta conciencia de la propia fe, para reanimarla, para purificarla, para confirmarla y para confesarla».
Es así que entonces nos preparamos considerando este gran momento que es el Bautismo que hemos recibido y que celebramos con los nuevos nacimientos. Él es la puerta de la de la fe o vida cristiana. Estas reflexiones nos pueden ayudar al respecto; lo importante es interiorizarlas ya que Dios sigue actuando aún después de haberse realizado el rito.